lunes, 19 de enero de 2009

De boca en boca

"Derramar entre los surcos del enojo un poco de jugo de limón y dejar que se cueza al aire por unos 20 minutos, después cubrirlos con alguna prenda amada y dejarlos cicatrizar sin presionar..."
"Rehogar en llanto dos puñados de margaritas deshojadas y verter el liquido obtenido en un cuenco de madera. Beberlo de un solo trago".
Dicen que este brebaje calma el dolor del desamor, apacigua el ardor del fuego e invoca a la calma a retornar al cuerpo.Dicen que inventar historias también.Y algunos hasta dicen que escucharlas es mejor.
En otros tiempos, cuando las recetas sólo se trasmitían de boca en boca, cuando los ingredientes y los condimentos crecían entre la gente, no había diferencia entre la comida y la poesía. Todo era uno. La receta era el cuento.
Comer, cantar y contar han sido siempre una sola cosa, aunque se escondan bajo formas distintas. El disfrute, los sonidos y los sabores se trocan en placer cura y alimento día a día y nosotros, los afortunados habitantes de esta bendita Pacha, deberíamos seguir siendo los personajes del cuento.

Quizá si pudiésemos recordar como era eso de "de boca en boca"...(o de boca a boca, como más les guste), nos sorprendería reconcer lo mucho que nos gusta (y que extrañamos) volver a bailar todos juntos alrededor del fuego.

4 comentarios:

  1. Me quedé muda, no puedo acotar nada. Quizá, mas adelante. Prefiero quedarme con la sensación.

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  2. Quedarse con la boca abierta vale?

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  3. Vale. Pero no es necesario.
    Gracias igual.

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  4. Claro...! si yo fuese liliana y me mandas esto, también lo leeria!!! Es un canto a la vida! Y vos, que cantas también... porqué te arrimás con ella y lo hacen una canción?. Estaría bueno, no?

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