Al baño, María!!!

Si, si, si al baño... si no se pega, se pega contra el fondo y después es un rollo andar con la esponjita dale que te dale restregando las partes quemadas y encima se te raya la única olla potable que tenés, que es la misma que usás para el agua de los fideos, el guiso de arroz y la ensalada de frutas en Navidad.
Peeero...querida!...asi no vamos a ninguna parte!. No, no, dejame a mí. A ver. Dame, dame. Mirá. Ves?. Así... así...
No...si después te andas quejando de que te cae mal la comida. Si comes todo mal!. Te pasás el santo día corriendo..., sanguchito al mediodía, después te llenas de porquerías en el trabajo y claro... a la noche llegas reventada y qué mejor que una buena fritanga para completarla. ¿Vos pensas que con 50 gotas de hepatalgina se te soluciona la vida, no?. Noooo, mi amor, la vida no es taaan facil. El cuerpo hay que cuidarlo.
Poné poné eso ahí, dale. Agregale más agua. Vas a ver que rico lo que te va a preparar mamita.
Menos mal que me tenés a mí, que de vez en cuando vengo y te cocino sano, porque si no, ya estarías muerta mira. Con tanta gastroenteritis que anda dando vueltas...
Y dale...! cuántas veces te tengo dicho que no pongas los cubiertos a escurrir boca abajo?... no sabes que esa porquería está llena de microbios???. Ay Dios!. Si tu vida anda como tu cocina... mi amor!!!. Vos no estás preparada para vivir sola, mi cielo... no pensaste en volver a casa?... sabes que tu padre y yo siempre tenemos un lugar para vos... yo te puedo preparar la vianda para el trabajo...
Pero... que dije?... María...! María..., te estaba hablando...! Bueno, bañate tranquila, ya pongo la mesa.