viernes, 22 de mayo de 2009

jueves, 21 de mayo de 2009

GOOD SHOW!!!

No sé nada de astrología, pero algo debe estar sucediendo en estos días... la configuración del texto de mi Blog se altera sin más y yo no puedo asir mis letras para armar mis palabras. Termino diciendo entrecortado, sobredimencionado, ilegible, omitiendo; desatendiendo hasta la ortografía.
Pero al fin... no importa: los períodos de oscurantismo y mutación se transitan con los ojos abiertos. Es la única manera de salir con vida de ellos. Y este gran espejo de agua que he creado en medio del espacio y me ha permitido ver buena parte de mi alma, me abrió también otras compuertas que también necesitaba, así que... prestando atención a las señales fui comprendiendo que quizá estas "Mil hojas de mis Amores" ya cubrieron mi patio por este otoño y sea hora de dejarlas.
Pensé en un post que yo misma escribí hace un tiempo; a veces es bueno dejar que las palabras también se aireen, descansen, y se vuelvan a probar un tiempo después. Y me pareció bien.
Quizá si prestan atención a la fecha de nacimiento de este espacio, notarán que no es tanto el tiempo que lleva en movimiento pero para mí, que he padecido toda la vida de un sindrome de síntesis de atiborramiento compulsivo de palabras, fue como si hubiesen pasado años. Y por eso mismo es que reconozco mi necesidad de parar un poco aquí. Para hacer lo mismo que con los tomates y con las palabras: descansar, airearme, "macerar".

Gracias a
tod@s l@s que alguna vez entraron a mi cocina por aportar sus condimentos, sus sentidos y tambien su silenciosa compañía.
Les deseo a
tod@s una buena vida, la mejor mesa, que disfruten de todo lo puedan con placer y alegría en libertad. Y no se olviden de ser siempre agradecid@s y generos@s.
En una palabra, como diría el gran Tato Bores... Vermouth con papas fritas y good show!!!

miércoles, 20 de mayo de 2009

Deponer las Armas

Ella no sabía que era todo para sí. Las frutas y los pinos, los perfumes y las flores. Jamás imaginó que semejante cosa fuera a sucederle. No estaba preparada. O sí, pero No se daba cuenta. Sólo se quedó parada, algo confusa, aferrada a su lanza, lista para responder instintivamente a la menor señal de amenaza. Y así fue que se enredó en lianas y arbustos y se clavó su propia lanza, se trenzó en una lucha encarnizada contra su sombra en el agua y acabó rendida, agotada, suplicando ser desterrada del pavor que le infundía tanta visión revelada.

Cuando volvió a amanecer, después de la noche larga, y despertó a orillas de lo que tanto deseaba, aún aferraba su lanza y por primera vez aquel objeto le pareció que sobraba, pero el cuerpo aún le dolía y quería salir a pasear para descubrir todo aquello que nunca había ido a mirar, así que partió la madera y la usó para ayudarse; para impulsarse a andar.

martes, 19 de mayo de 2009

Relojes de Arena

Me gustan los relojes de arena. Y cuando digo esto, no me refiero al objeto estético. Lo que me maravilla en realidad es poder observar el tiempo en acción de una manera tan vívida, casi palpable. Verdaderamente siento que comprendo lo que sucede allí adentro e inmediatamente después, pienso en lo que ocurre aquí afuera: el tiempo pasa pero no se va a ninguna parte, sólo se transforma y nos transforma. Los mismos granos de arena vuelven a volcarse una y otra vez, pero jamás caen de la misma manera ni en el mismo sitio; igual que los hechos, aunque al igual que éstos, se las arreglan para dejar su marca.
Para ir aún más profundo es necesario abocarse a la tarea con detenimiento y sin desviar la atención. Si se logra mantener la mirada y soportar la caprichosa y lenta imposición de imágenes y sucesos, por ese fino agujero es posible ver caer desde el cielo del tiempo todos los deshechos. Veremos caer una a una las dudas, los dolores añejos, los paisajes, los reflejos, los terrores, los malos sueños. Veremos sábanas rotas y pedazos de besos y cuartos vacíos en noches de invierno. Veremos caer la noche, el maquillaje, la vergüenza y la sangre y también un silencio y un eterno blindaje, una tormenta de furia y una culpa y un último rezo…
Y a pesar de todo eso… de haber expuesto los ojos a tanta arena, siempre volverá a quedar un nuevo espacio de tiempo vacío; uno que ya no es el mismo. Hasta hace una hora allí mismo yacía encerrado todo el tiempo del mundo. Sólo se trata de dar vuelta el reloj y empezar a vivir en libertad todo el mundo a partir de…ahora.

domingo, 17 de mayo de 2009

AcTos HisTrIóniCos

Qué dramáticos son los domingos por la tarde! Casi por naturaleza. Y si encima sucede alguna de esas cosas que le justifican el histórico tono histriónico: peor. Y tal vez si sucediera lo mismo cualquier otro día en la semana no sería tan terrible, pero si cae en Domingo… uf!, doblemente irremontable. Y ni qué decir de las horas… porque si por lo menos, hablásemos de la mañana del Domingo… bueh…! todavía estaría la promesa de un desayuno tardío en la cama, o una rica comidita casera al mediodía. Y avanzando un poco más en el reloj y aún hablando de la tarde, podríamos seguir aferrados a la ilusión del mate con facturas mientras disfrutamos de una peli, pero si ya hasta las facturas pasaron al olvido y encima empezó a oscurecer, la sentencia está dictada.
En muchas representaciones teatrales, al terminar la función, los actores hacen mutis por el foro más o menos afectados, aunque siempre convencidos de que podrían haberlo hecho mejor. Repasando el texto, las acciones, las miradas, los silencios, las desatenciones y los gestos. Siempre felices de haber estado en escena, pero siempre conscientes de que deben seguir agudizando los sentidos para continuar mejorando.
Así también en la vida cotidiana, sucede algo similar y los dos, actor y cualquier protagonista anónimo de domingo, terminan el día igualmente solos, pensando en las cosas que aman, que odian, que saben e ignoran; las que desean, las que callan y las que no comprenden. Repasando una y otra vez las mismas imágenes de la obra para tratar de desenmarañar la trama y llegar alguna vez al nudo.

sábado, 16 de mayo de 2009

El Placer

Creo que no hace falta aclarar a esta altura de la reunión que todas las ideas y pensamientos que expongo en este espacio no pretenden ser más que lo que son: mi manera de ver y sentir las cosas. Y que de vez en cuando me permito mechar alguna pincelada de datos concretos, tratando de esquivar ganarme el mote de consejera berreta. Pero hoy de concreto, nada. Como corresponde..., es sábado.
Esta mañana me desperté pensando en millones de cosas que ya no recuerdo (para eso no hay sábado que valga) y de esa manera en que la cabeza suele detenerse de manera engañosamente arbitraria en un segundo y dejarnos plantaditos frente a un solo tema, borrando todo lo demás de un plumazo, me encontré pensando en el placer. Me despabilé. Pasé por la PC, guardé el post que quedó sin concluir anoche, preparé la Nueva Entrada y me fui a la cocina a poner la pava. Esto iba a dar para sentarse. No sabía (ni sé aún) a escribir qué, pero primero lo primero.
En ciertas tablitas antiguas, herencia de un tal Moises, no se hace mención al placer, ni a la felicidad, ni al disfrute, ni a la justicia, ni a la equidad, ni mucho menos a la libertad ni al libre albedrío. Y pensar que con esas tablitas nos dejaron como a la cabeza de Geniol!... un método de crucifixión prolongado admirablemente sofisticado para esos tiempos... y con daños colaterales en casi todos los casos irreversibles.
El placer, mis querid@s lectores, es como un termostato... basta una milésima de segundo para registrarlo y para que ello desencadene toda una serie de sensaciones al estilo efecto dominó y no necesariamente siempre sabemos cuál es la causa, pero tampoco necesariamente hace falta. Lo que sí es necesario es desprendernos de una vez por todas de las asociaciones "pecaminosas" a las que nos conduce la palabra, las que no nos dejan disfrutar libremente de tirarnos a "no hacer nada" sin sentirnos culpables por no ocupar ese hueco en lavar la ropa sucia. Entender y vivenciar el placer como un regalo, como un recambio energético, como una renovación abre la mente y armoniza el espíritu. Nos ayuda a ser más auténticos.
Estamos siempre escondiéndonos. Detrás de comidas rápidas. Detrás de palabras trilladas. Detrás de ropa de moda. Detrás de formas. Y cuando dos cuerpos se encuentran en la penumbra con hambre verdadera, con necesidad de palabras verdaderas, con las pieles desnudas y se supone que se entregan al placer se presenta el pequeño dilema... hay que salir en busca del alma...que está escondida, desnuda en algún rincón. Pero está. Siempre está.



viernes, 15 de mayo de 2009

Secretos de Cocina

Con estas temperaturas que se vienen a uno se le empieza a hacer agüita a la boca pensando en un sabroso guiso de lentejas humeando sus especias, vaticinando la energía que nos va a llenar el cuerpo de calores. Y como todo en el invierno requiere de un poco más de yang, de sal, de condimento; tornaremos a probar subir un poco más el tono para agregarle a lo que sea lo que se requiera e ir tratando de encontrar el punto exacto donde el placer y la necesidad logren acoplarse. Aunque quizá equilibrar una comida sea una tarea difícil, (o la parte más difícil de la tarea, como más les guste). Por ejemplo, está la elección de los ingredientes: tendremos que tener en cuenta si son envasados o congelados o naturales u orgánicos . Otro tema es el tipo de cocción; si es a vapor, hervido, frito o de otra manera. Además de qué método utilizaremos para cocinar: si es en horno, si es a leña, si es en olla o sartén. Otra cosa a tener en cuenta es con qué grado de calor se cuece: si se hace tomando los tiempos o "a ojo". Y para nada menor es el uso de los trastos y los utensilios. Decidir bien y utilizar lo mejor que se pueda lo que se tenga en la cocina es fundamental.
Estos y otro montón de "detalles" más (y a no olvidar que siempre en los detalles radican las diferencias) hacen de cada nuevo ensayo una potencial pócima mágica.
El secreto radica en dedicarse a ello mientras en ello se está. Observar cómo burbujea el agua en la olla cuando está a punto de llegar a su clímax y guardar esa imagen como quien observa el mar una tarde de tormenta es garantía segura de que esa sopa saldrá exquisita. Hundir las narices en las hojas verdes a ojos cerrados e imaginar que se cruza todo un bosque enmalezado de buenas noticias, de caras amigas... y aprender cómo suenan las cucharas y cantar para que todo vibre y descansar en calma para que todo se equilibre hará que en el siguiente ensayo, a la siguiente entrada en la cocina, los humores de los caldos desprendan sus secretos y liberen nuestra fantasía... prueben.

miércoles, 13 de mayo de 2009

En Bolas y a los Gritos

Este invierno el frio no me toca. Me tocan los jazmines. Es notable como crecen alrededor de mi cama, ya casi no me queda lugar por donde bajarme de ella. Y esta lluvia que podría entorpecerme el paso, humedece mi lengua y mis pestañas y ya no sé si es saliva o son lágrimas o es lluvia, o es mar de agua salada, pero los hilos de plata que señalan el camino brillan bajo mis pisadas.

Ultimamente hay ropa y palabras que no me quedan, unas por muy grandes, otras por muy ajenas, así que a todas me las voy sacando de encima aún a costa de quedarme a veces en bolas y a los gritos... Son los gajes del oficio del buscador... y ya se sabe lo que pasa con el que busca, no?

De todas maneras el invierno es largo y uno no debe desprevenirse. Por eso yo ya encargué unas 100 docenas de abrazos, unos 1200 besos y un número inexacto de caricias: porque no sé cuántas voy a necesitar. Por lo demás, sólo es cuestión de comprar ropa más pequeña y encontrar las palabras. Lo primero es relativamente fácil, lo segundo...

martes, 12 de mayo de 2009

Flores en el Atico



Queda un cuarto sin abrir. Un último cuarto a oscuras. Uno en el que aún vive una niña asustada y triste acurrucada en un rincón, muerta de miedo, muerta de frío… Hay una mano extendida hacia el picaporte que delicadamente intenta doblegar la vieja cerradura… Desde adentro tan solo los sonidos de la primera amorosa cercanía llegan hasta ella de manera confusa entre aprehensión y alegría y su espalda comienza a tensarse, su boca se reseca y unas lagrimitas que no alcanza a reprimir se resbalan en silencio hasta su pecho mientras se abraza fuerte a sus rodillas…
La Dueña de casa pasó muchos años protegiendo a su pequeña niña, tantas veces maltratada, escondiéndola, resguardándola, defendiéndola de todos los peligros que la acechaban poniéndole cerrojos al cuarto. Y en cierto modo, muchas veces logró salvarle la vida. Pero así también, le quitó su libertad y su sonrisa y Ella… se quedó sola para siempre. Tanto fue así que el tiempo pasó, decidió no mirar atrás y creyó sentirse segura y fuerte lejos del ático.
Pero de pronto, casi a la mitad de su vida, alguien golpeó a su puerta y desde la ingenuidad más genuina, con amor, con cuidado, la llevó recorrer nuevamente los pasillos de su casa y de su alma y a reconocerlos desde otra mirada. A tocarlos, a sentirlos, a volver a hacerlos propios recogiendo los recuerdos, desechando los estigmas, desempolvando espejos y abriendo ventanas. Acomodando cada cosa en su lugar original, conduciéndola, inevitablemente hasta el umbral del cuarto de su niña. Y allí está otra vez, finalmente de pie, muerta de miedo, muerta de frío, pero decidida a encontrar la llave que calce en ese cerrojo; el que abre la última puerta de su vida.
La niña tiembla. Ella también.

Don Julio

domingo, 10 de mayo de 2009

Hermética yo?

Hermética. Anoche alguien me dijo que yo era "hermética". Y en cierto modo lo soy, sí. Me identifico mucho con la filosofía del llamado "Tres veces grande" Hermes Trismegisto, de quien se sospecha fue el primer alquimista, hace más de 5000 años, en el lejano Egipto y quien sostenía que "todo es mente" que el universo es mental. El hermetismo sostiene que la ciencia y el espiritu son dos cosas opuestas y complementarias, y por tanto, se ocupa de ambas a la vez.
A diferencia de Descartes, quien sostenía que la totalidad era la suma de las partes, esta filosofía sostiene que la totalidad es "interacción" entre las partes. Y hace hincapié en la mirada no tanto objetiva sino energética de las cosas, en la necesidad de que el hombre aprenda a desarrollar y manejar su capacidad espiritual para regresar a sus orígenes
Así que sí,
digamos que sí. También soy hermética. Claro que la filosofía es mucho más amplia de lo que yo estoy esbozando, pero baste saber que sí acuerdo con los siete principios enunciados en el Kybalyon,un libro que encierra los basamentos de enunciados por Trismegisto y que rezan asi:

I. El Principio del Mentalismo:

"El TODO es Mente; el universo es mental"

II: El Principio de Correspondencia:

"Como arriba es abajo; como abajo es arriba".

III: El Principio de Vibración:

"Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra".

IV: El Principio de Polaridad:

"Todo es doble; todo tiene dos polos; todo su par de opuestos: los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se tocan; todas las verdades son semiverdades; todas las paradojas pueden reconciliarse".

V. El Principio del Ritmo

"Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso; todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento hacia la derecha, es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación".

VI. El Principio de Causa y Efecto

"Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede de acuerdo con la Ley; la suerte no es más que el nombre que se le da a una ley no conocida; hay muchos planos de casualidad, pero nada escapa a la Ley".

VII. El Principio de Generación

"La generación existe por doquier; todo tiene sus principios masculino y femenino; la generación se manifiesta en todos los planos".

Quien comprenda esto perfectamente, posee la clave mágica ante la cual todas las puertas del templo se abrirán de par en par."


... A brillar la semana!!!

jueves, 7 de mayo de 2009

Flores

El día aun no terminó y tal como atisvé esta mañana, fue largo y laborioso, pero mientras volvía a casa, me ví y no aguantaba las ganas de que llegara este momento, que por cierto, transcurre tras varias actividades domésticas que me llevaron casi dos horas.
La cosa es que hace días que veo en mi vivero amigo de cerca del trabajo una Santa Rita que me tiene loca de amor y la verdad es que no me decidía a comprarla porque siempre ando con la plata justa, pero gracias a la insistencia de mi mejor amiga y asesora en "imagen y placeres" (le acabo de asignar el puesto en este acto), hoy rompí la chanchita (como diría una feminista) y me la compré. Y lo bien que hice!. La tuve toda la tarde en la oficina mirándome desde su más de 1,70, cubierta de flores violetas alegrándome el alma. Cuando terminé con mi horario laboral, me puse los auriculares y enfilé para mi casa enredada en flores y llena de música, con una temperatura ideal, feliz de la vida y cuando salí de la verdulería con mis flores , mis verduras, mi música y me puse a buscar las llaves de mi casa, inconscientemente también busqué dentro mío eso que siempre me faltaba, pero no; esta vez no me faltaba nada.

Procesos

Y ya hace frío. Mis gatos han tomado definitivamente la cama por trinchera y yo debo resignarme a que los siguientes cinco meses dormiremos amuchados bajo las cobijas esperando a que vuelva la primavera. Mientras tanto, la vida va cambiando sus colores, como la estación. Y me sigue llenando los ojos. Como hoy, que ví nacer la mañana desde la más profunda oscuridad, majestuosa e imponente, bañando de dorado todo a su paso. Miro por mi ventana y pienso en lo imperceptible que puede parecer el pasaje de la oscuridad a la luz cuando no se está atento a ello y en la cantidad de facetas que se suceden en el proceso...
Ahora ya es pleno día. El sol brilla serenamente sobre la ciudad y yo me dispongo a comenzar una jornada que será excepcionalmente más larga que de costumbre. Me espera mucho trabajo en la oficina y algún problema que ayer dejé sin resolver, pero nunca dejo de estar conciente de mis procesos, y eso siempre me ha ayudado a poder disfrutar de lo que tenga y a seguir siendo una mujer agradecida.

Si no lo escucho...no lo creo

lunes, 4 de mayo de 2009

As en la manga

Hoy salí a la calle sin sombrero y a nadie pareció importarle. Quizá debería haberlo previsto, no me gusta andar sin que nadie repare en mí. Recuerdo una vez que olvidé mi imagen en el espejo del baño y eso sí fue complejo, porque no pude hallarme en toda la tarde.

A veces soy descuidada. Me levanto tan de prisa que me paro del revés y después voy todo el tiempo mirando a la gente a los pies. Y además, siempre suelen sucederme todo tipo de situaciones absurdas.

Por suerte ahora cambié mis lentes y todos me ven mejor. Aunque quizá no sea por eso... tal vez sea por la medicación...en fin... la cosa es que aún ando por la calle sin sombrero. Sin sombrero y sin guantes,que es casi como haber salido desnuda, pero lo que sí traje es mi varita enfundada en la manga. Eso sí, sin ella no salgo nunca a ninguna parte.


domingo, 3 de mayo de 2009

Raíces

El amor me ha devuelto a la cocina, además de a otros lugares, mucho más inciertos e inexplorados, de donde voy regresando cada vez más sabia.
Vivo en la dicotomía de "comer o no comer" porque a veces es difícil ser consecuente con la propia filosofía y es más fácil, más rápido y socialmente más aceptable una pechuguita grillé que unos bocaditos de hokkaido y aduki. Pero ( repitiéndome una vez más) , uno no deja nunca de ser quien es. Y yo ya entendí que no importa si no logro comer sano todos los días mientras todos los días siga aprendiendo, ensayando y convidando lo poco que logre aprender. Entonces, les convido algo...
Esta mañana hermosa de domingo, volví a preparar una comida sencilla que me recordó a la tierra, lo salvaje y lo potente que lleva en el cuerpo una pequeña raíz que casi nadie conoce y que guarda un tesoro escondido. De sabor penetrante, de áspera textura, tierna y crocante la gentil Bardana además de ser un excelente depurativo para la sangre, se nos ofrece en todo su ser como un conjunto de bendiciones para la salud, ya que posee otras muchas propiedades beneficiosas para el cuerpo y no sólo como alimento, sino como medicamento naturalmente eficáz en forma de aplicaciones externas, para enfermedades de la piel, alergias y una serie de cosas que que sería muy largo listar en este momento, pero de las cuales puedo dar fe.
Así es que se me ocurrió compartirles mi primer receta verdadera, un plato simple y distinto por si quieren intentar probar otros sabores :

Raíz de bardana (se consigue en el barrio chino) 2
Salsa de soja 10 cucharadas
Aceite de maíz 1 cucharada
Agua 10 cucharadas

(las cantidades, obviamente, son relativas y en cuanto al agua, ésta es sólo para menguar el sabor salado y penetrante de la salsa de soja combinado con la verdura... mejor pecar por que falte)

Laven las raíces con la esponjita de lavar los platos. (Sí!, con la esponjita de lavar los platos... pero sin detergente, eh!). Una vez que les quitaron toda la tierra y seguramente parte de su piel, séquenlas con un paño o repasador y córtenlas en trozos de unos 12 ó 13 cm de largo. Luego en mitades que a la vez volverán a cortar al medio y como seguramente, una parte les quedará más ancha, vuelvan a cortarla, de manera de lograr más o menos un mismo grosor para obtener una cocción pareja.
Pongan una cucharada (o más si es que les hace falta) de aceite de maíz a calentar y sellen la bardana a fuego máximo, evitando que se queme.
Agreguen la salsa de soja y el agua, bajen el fuego a mínimo (corona), tapen y dejen cocer por 15 ó 20 minutos.
Listo.
Lo pueden acompañar con arroz blanco.Queda muy rico.

Espero que lo disfruten y para más datos...siempre está internet!!! Buena semana para todos!

sábado, 2 de mayo de 2009

viernes, 1 de mayo de 2009

Los misterios


Los misterios del alma son tan concretos y valiosos que ir humedeciéndose las manos de a poco entre ellos para moldear las máscaras de los deseos nuevos e ir destiñiendonos a los lados del saber sin tener en cuenta cuántos días mancharemos, nos abre la piel y desbarata las sospechas.
Lo demás no importa. Lo demás es sueño, excusas, distracciones, retardar el momento...
Porque sí. Esa caricia casi incorpórea y sí también ese gesto desinteresado y sí la cordura y también la coherencia. Y los errores y la verdad y la paciencia.
Los misterios del alma son tangibles. Son cóncavos, convexos. Tienen filo y reverso. Tienen trama y textura, fragancias, huellas, sexos. Contienen. Y a su vez son contenidos por la yema de los dedos.
Siempre nos zambullimos profundo tratando de alcanzar alguna claridad, aunque sabemos de sobra que cuanto más profundo, más oscuridad. Pero a veces, nos animamos a esperar y entonces ellos se nos van apareciendo, listos para ser lo que queramos.
Y no importa el miedo que nos de o lo que hagamos por evitarlo, una vez que hayamos probado el contacto con la arcilla tierna y virgen, ella nos ganará los brazos.