Con estas temperaturas que se vienen a uno se le empieza a hacer agüita a la boca pensando en un sabroso guiso de lentejas humeando sus especias, vaticinando la energía que nos va a llenar el cuerpo de calores. Y como todo en el invierno requiere de un poco más de yang, de sal, de condimento; tornaremos a probar subir un poco más el tono para agregarle a lo que sea lo que se requiera e ir tratando de encontrar el punto exacto donde el placer y la necesidad logren acoplarse. Aunque quizá equilibrar una comida sea una tarea difícil, (o la parte más difícil de la tarea, como más les guste). Por ejemplo, está la elección de los ingredientes: tendremos que tener en cuenta si son envasados o congelados o naturales u orgánicos . Otro tema es el tipo de cocción; si es a vapor, hervido, frito o de otra manera. Además de qué método utilizaremos para cocinar: si es en horno, si es a leña, si es en olla o sartén. Otra cosa a tener en cuenta es con qué grado de calor se cuece: si se hace tomando los tiempos o "a ojo". Y para nada menor es el uso de los trastos y los utensilios. Decidir bien y utilizar lo mejor que se pueda lo que se tenga en la cocina es fundamental.
Estos y otro montón de "detalles" más (y a no olvidar que siempre en los detalles radican las diferencias) hacen de cada nuevo ensayo una potencial pócima mágica.
El secreto radica en dedicarse a ello mientras en ello se está. Observar cómo burbujea el agua en la olla cuando está a punto de llegar a su clímax y guardar esa imagen como quien observa el mar una tarde de tormenta es garantía segura de que esa sopa saldrá exquisita. Hundir las narices en las hojas verdes a ojos cerrados e imaginar que se cruza todo un bosque enmalezado de buenas noticias, de caras amigas... y aprender cómo suenan las cucharas y cantar para que todo vibre y descansar en calma para que todo se equilibre hará que en el siguiente ensayo, a la siguiente entrada en la cocina, los humores de los caldos desprendan sus secretos y liberen nuestra fantasía... prueben.
Inspiradora de poetas:
ResponderEliminarPasé por su blog y me quedé un buen rato disfrutando los sabores que se desprenden de sus palabras.
La cocina me refugia de tanta intemperie cotidiana, me gustó entrar en la suya.
Un beso
Lila
Y...YO PRUEBO....
ResponderEliminarY...YO PRUEBO....
ResponderEliminarQue bueno Lila... esa es la idea, que pasen, se sirvan y disfruten... buen provecho!
ResponderEliminar.. Y a vos mi turquita...que decrte?...siempre estás invitada a cenar!
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