Yo tengo a mi Ada Madrina. Así, sin H, porque la H es muda y mi madrina, de eso: nada. Más bien todo lo contrario.
Mi Ada Madrina me extiende la H como un trampolín a las vocales abiertas de la vida, y me ha ayudado a desprenderme de la palabra vacía, del abismo del silencio.
Ella, con su varita enclavada en yerba y su oído atento a mi corazón, me presta su mirada esperanzada para que yo recupere mi alpargata perdida. Y yo, que vengo rengueando desde lejos, agradezco el bastón.
Que no me digan después que no existen las Adas, si la vida es Cuento y los cuentos...cuentos son!.
Podria haber sido yo, y se que no lo soy, pero comparto esa misma esencia, por capricho del destino, la gramatica o las letras, las adas siempren existen y existieron, tal como los cuentos.
ResponderEliminarEsta noche me voy a dormir mucho más tranquila... saber que hay más de una es como un milagro...
ResponderEliminarAlguna vez imaginaste quien te habia hecho este comentario del 05/09/09?
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