martes, 10 de febrero de 2009

Yo, de tortas...ni hablar

Las tortas no son lo mío, lo supe desde chiquita. Jamás me gustaron.
Más de una persona ha querido enseñarme alguna receta simple y práctica, y hasta hubo algunas osadas que han querido enseñarme otras, no tan simples, pero todo ha sido en vano. No siento atracción ni deseo, no me pasa "eso" que se supone que debería pasarme con ellas. Antes no tenía sitios cómodos donde experimentar, pero con el tiempo pasé por diferentes lugares y probé algunas que realmente, me hubiese querido llevar a casa, pero lo cierto es que no logro disfrutarlas de todo. No sé, quizá, mi desapego absoluto por el azúcar hace que no pueda valorar el placer de este postre que hace las delicias de tantas personas.
Por eso aquí no encontrarán recetas melosas, a no ser que descubran que si uno esparce un poco de sal sobre su hokkaido (zapallo) antes de ponerlo al vapor, éste dejará salir todo su azúcar natural. No creerán lo dulce que se pone eso. Pero claro... extraer los dulces naturales cuesta tiempo y dedicación. A veces, en las tortas, se nota demasiada materia prima de mala calidad y algunas que se ven por ahí vienen tan bien "presentadas" que una se siente tentada de comérselas de un solo bocado y sí, reconozco que son atractivas, pero no. Pienso en el dolor de cabeza que le sigue y cierro la boca. Entonces, sigo intentando alguna receta (no hay que perder la esperanza) de la que surja mi "Milhojas de mi amor". Quizá entonces cambie de idea.

1 comentario:

  1. extraer los dulces naturales lleva tiempo y dedicación... ya lo creo...las tortas eran mi debilidad, pero es cierto que toda debilidad conlleva cierto nivel de padecimiento... es inevitable...que son atractivas no hay dudas, pero no todas, ya a mi edad... solo algunas tienen un encanto tan especial, escondidito en los pliegues del discurso...
    beso!
    Maia

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