Empiezo a despedirme de mi año. Parecía que nunca iba a suceder pero me quedan sólo dos días de trabajo y después... mis vacaciones al fin. Durante una semana el Blog quedará pintado vaya a saber de qué cosa que se me ocurra antes de apagar la pc.
Me llevaré al bosque las imágenes de un año emocionalmente conmovedor y movilizante. De mucha laboriosidad en todos los aspectos de la palabra. Un año donde tuve que poner a prueba toda la teoría y toda la práctica, pero del que salí airosa; un año para enmarcar.
Me voy a descansar, a caminar por la playa, a escribir en papel y a prender fueguito por las noches. A andar descalza, a no bañarme. A levantarme temprano (eso no puedo evitarlo, porque me encanta) a tomarme unos mates tirada en el pasto y a juntar ramitas y tomar fotos con mi cámara mecánica en blanco y negro y a cocinar al aire libre y a bañarme en el mar y a agradecer a todos mis dioses por este año bendito en el que aprendí a quererme un poquito más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario