martes, 1 de septiembre de 2009

Empresas

Por lo general, todas las tardes, mas o menos a esta hora, me siento a escribir y siempre algo aparece. Pero en estos días, la bipolaridad del tiempo y el fracaso en una cuestión laboral han influido marcadamente en mis escritos.

El caso es que hice algo que creí que sería incapaz de hacer y por suerte para mí, creo que esta vez salí beneficiada: aposté todo lo que tenía a mis convicciones. Tomé coraje y me enfrenté a la "jefa del equipo de trabajo". Una buena mina, pero jefa al fin.

Así fue que me desvinculé de la empresa que me daba demasiadas pérdidas y pocos beneficios, que me presionaba y que casi sin darme cuenta me había llevado a sentirme impotente, ineficaz e infeliz.

Me hubiera gustado proyectarme en conjunto, formar parte de esa GRAN EMPRESA. Yo tengo muchísimo y variado material para aportar. Pero vieron como son algunas "grandes empresas", nunca están satisfechas con nada, siempre lo quieren todo para sí y un@ nunca jamás llegará a ser "soci@" por más esfuerzos que haga.


Pero bueno, soy una artesana: siempre encuentro recursos para sobrevivir, lo mío está en el alma, así que ahora me dedico a pintar banquitos de madera y los colores los elijo yo mientras escucho y canto la música que más me gusta, el corazón se repone y empiezo a sentir que me estoy dando el lugar que me merezco.

Ya se me ocurrirá algún nuevo emprendimiento...

2 comentarios:

  1. GENIAL, SENCILLAMENTE GENIAL, cómo te admiro, y aparte te quiero, te repito lo de hoy a la tarde: ESTOY ORGULLOSA DE VOS!

    ResponderEliminar
  2. eehhh... no será demasiado?. Bueno... gracias igual.

    ResponderEliminar