domingo, 31 de enero de 2010

Todo y Nada

Todo y Nada es importante.

Podría intentar escribir una historia simbólica,

Podría describir una escena de extremo realismo,

Podría ser sarcástica.
O ponerme grave y seria.
Pero como cada vez ando más pasamada, no me da para tanto.


La vida, que casi nunca tiene nada de "real", mueve sus cintas en el aire y nosotros, prendidos de sus puntas, volamos, rozándonos las almas sin ningún control sobre nuestros cuerpos. Y resulta que esta tarde yo me estaba columpiando muy tranquilamente en la fresca nubladez del domingo, medio amodorrada y de golpe..., zaz!, me pegué de frente con un alma... y bueno... quedé así...

Fe de erratas: donde dice " un alma", debe leerse, "Un Alma". (¿ven a qué venía lo de "quedé así"?)

viernes, 29 de enero de 2010

La Receta del Medico

Matecito con cedrón… justo lo que me recomendó el medico…

Eso y sentarme a largar las palabras al viento, para que vayan volando todas a sacudirse de mí y a jugar y a reirse.

Y que se tomen un recreo del trabajo del día. Y se pongan como quieran y digan tonterías. Y no me critiquen a mis espaldas.

Para que se junten las que no se conocían y se hagan amigas y no armen camarilla y después me estén persiguiendo durante semanas…

Eso me recetó:” largarlas nomás”.

Y yo le hago caso. Vengo y me siento acá con mi matecito, con el yuyo y las dejo: yo las dejo.

Matecito con cedrón y dejarlas volar tranquilas…

martes, 26 de enero de 2010

La Curva

Panorama incierto... a penas se vislumbra la mitad del camino. Es una curva cerrada, angosta, jorobada.
Y este vértigo... y este impulso de asomar la cabeza como si con eso pudiera adelantarme a lo que va a venir.

Desconfío. Temo. Pero voy cada vez más despacio reconociendo las señales y los baches.

No es lo que se dice "un camino agradable" pero es el único posible si quiero llegar a tiempo.

lunes, 25 de enero de 2010

Parafernalia

Pocas cosas de las que dije me quedan por desdecir... aunque de seguro, ya las he pensado.
Me estoy replanteando todo porque se me quemó la comida y se hace la hora de cenar...

Yo siempre tan convencida... tan "de armas tomar" y resulta que ahora ni siquiera puedo gritar, ni decir que me agarraron "en bolas". No.

La unica excusa que tengo es creer que no es tan extraño que un@ no pueda evitar desear estar cerca del único lugar donde siente que es un@ mism@.

Mientras sigo debatiéndome entre cocinar o comprar comida hecha, pienso... ¿de qué nos sirve toda esta parafernalia si al fin lo único que nos queda, siempre, son los sentimientos?

domingo, 24 de enero de 2010

Confesiones de Domingo

Se me acabaron los razonamientos. Estoy en un sitio sin control ni potestad. De pie frente a mi propia imposibilidad, que de todas, es la que más me asusta: sin Saber.

Por un instante solo importa lo que siento y allí detrás se va mi alma, cosa que, en un momento de lucidez, presiento como un seguro clavado al vacío; pero igual siento.

Y el resto del tiempo los hechos, las actitudes, me devuelven a mi lugar: a esta sensación de seguridad dentro de mi caparazón de cangrejo con la que vivo y sostengo mis argumentos, de la que estoy saliendo como puedo para no seguir jugando al juego de: “soy indescifrable” o, traducido… “a mí no me agarrás”

Porque el problema no está en “saber” o no “saber”. El problema está en “temer o no temer”.

miércoles, 20 de enero de 2010

Prueba

Sigo sin creer en planes y muchísimo menos en las casualidades.
Aún me siento agradecida a todos los dioses que me salvaron la vida en medio de la tempestad de anteanoche y aún así sigo empedernida aferrándome a mis moldes.

Una amiga diría... "se hace lo que se puede", pero lo malo es que lo que no... no se compra hecho.

Tengo asignada una nueva "tarea para el hogar" y esta vez no me será fácil: me prohibieron usar el libreto.

Todo un desafío...

domingo, 17 de enero de 2010

Domingos Lindos

Bueno, como hoy es Domingo y los grandes también necesitamos y debemos disfrutar igual que los chicos, yo que lo empecé mirando las estrellas, en companía del precioso silencio de mi alma, les dejo esto que es para ver en un momento sin apuro, para ver... un domingo .

(Pero de esos domingos lindos, eh!).
Disfruteeen!

sábado, 16 de enero de 2010

Milagros


Tiempo de cambios. Tiempo de Revolución. Sin miedo a la palabra, con el cuerpo puesto y dispuesto a la tarea de construir y no obstruír.

Con la mente abierta y las manos dispuestas a trabajar donde sea para restaurar la tierra, para que el de al lado lo vea y se contagie y también quiera.

Como todo pasa y como todo queda, ir pasando la voz, el canto; la receta. Y no perder la esperanza, ni la alegría, ni los sueños, ni la bandera.

Levantar y levantarnos y dejar que ladren los que se queden echados.

Caminar y leer y mirar y escuchar y al que no quiera o no pueda, mantenerlo arropado a la vera. Sin violencia, sin apuros, sin olvidar la experiencia, pero yendo, siempre yendo para seguir creciendo.

Está sucediendo. Es tiempo de cambios. Es tiempo de Milagros.

lunes, 11 de enero de 2010

Frases de Terror

Y sí, me podrán decir que soy recurrente, pero la verdad, de ninguna manera puedo perderme la posibilidad de expresar la confirmación de todo lo que vengo diciendo, porque cuanto más escucho ciertas frases, determinadas palabras, algunas excalamaciones, más me convenzo de que realmente algo debe estar fallando en la escucha y la comprensión. Y la verdad, me da bastante tristeza. Y bronca. Y por segunda vez me siento obligada a traspasar mis propias reglas, y hacer referencia a lo que está sucediendio a nivel político, aunque no sea mi costumbre, porque creo que es un deber y una obligación comprometerse a favor de la vida, la verdad y la coherencia.

Uno puede disentir, oponerse y hasta si se quiere, cuestionarle al gobierno que hoy nos conduce, y que fue elegido por todos nosotros, que haya realizado mejoras en nuestro crecimiento. Pero en los años que llevo de vivir en democracia, jamás escuché insultar a ningún Primer Mandatario con tanta fiereza, jamás escuché hacer tanta apología del terrorismo de estado, jamás nunca ví tanto menosprecio y tanto odio hacia el género femenino como el que despierta nuestra Presidenta actual.
Y en estos últimos días, bueno,... hay una clara apuesta desestabilizante (y no solo desde el establishment).

¿Qué nos pasará con eso, no?. Digo... más allá de los intereses de las grandes corporaciones, de las empresas y las fracciones políticas, qué nos pasa a nosotros? a la gente común?, ¿porqué nos enojamos tanto si la realidad es que, por ejemplo, algo que tanto nos preocupaba, como era la economía, ha mejorado? ¿porque le tenemos que seguir siendo fieles eternamente al diario de toda la vida aunque nos mienta ya asquerosamente?

Y lo peor de todo esto es la obvia consecuencia...se empieza a repetir lo que se lee, lo que se ve, lo que se escucha... y de pronto uno se pregunta cómo fue que se volvió a oír por la calle la palabra "montoneros". ¿Cómo está pasando que cada vez se escuchan más voces que dicen "prefiero que vuelvan los militares". Y hasta se escuchan ambas palabras en la misma frase... "esto es una dictadura...a estos montoneros hay que matarlos". ¿De verdad sabe esa gente lo que está diciendo? o es como la que dice: "Milagros Sala es una india, una cucaracha... no, no la conozco, la ví por la televisión". ¿Alguien conocía a Milagros hasta hace... digamos antes de la denuncia de Morales? ( que además le salió para el ort...).
No. Repetimos, repetimos, repetimos. Así repetimos palabras, así repetimos modelos, así repetimos historia... "porque lo vimos en la tele" o porque nos lo dijo "el gran diario argentino"...mmmm...

Atenti!... es un buen tiempo para poner a full los propios sentidos... y la memoria, sobre todo, la memoria.

domingo, 10 de enero de 2010

Militante

Soy una mujer de palabra, aunque a veces me sienta casi "tristemente rara" por pertenecer a una minoría en franca extinción. Y si digo que no voy a volver a escribir sobre un tema: simplemente dejo de hacerlo. Pero por suerte, hay cosas a las que no me comprometo.
Hay algo que me obsesiona y sobre lo que vuelvo porque me parece que es la clave de la confusión y del problema que tenemos los seres para comunicarnos: la tergiversación de los términos. El mal uso de las palabras. El desconocimiento de su verdaderos y profundos significados.

Yo no sé si ésto se debe a que cada vez hablamos más y decimos menos, si perdimos el ejercicio de "hablar", de sentarnos con tiempo a contarnos cosas o si directamente no le damos valor a las palabras, no pensamos lo que estamos diciendo.
O quizás es peor. Quizás, como la comunicación también implica "escuchar", un@ clasifica y procesa los términos automáticamente por miedo, por ignorancia...o por desidia. Algo así como si el leguaje estuviera totalmente deslindado de los sentimientos, de las emociones y de las acciones.

Todo esto dando por descontado que habrá a quien ni siquiera le interese pensar en lo que estoy diciendo y ni hablar de que muchas personas, directamente no lo comprenderán. Por eso, cuando digo que "soy una mujer de palabra" no me refiero sólo a lo que normalmente esta frase significa, lo cual en mi caso también es verdad, sino, a que me doy cuenta de que he pasado y he sobrevivido muchas situaciones sólo por el hecho de valorar y respetar mi capacidad de hablar y de escuchar, de ejercitarlas y de ampliarlas. Eso me ha ayudado a ser más tolerante, más pacífica, a darme cuenta de que no existen las definiciones absolutas, que la certeza es una fantasía, que la verdadera gracia de vivir está en aventurarse a dejar entrar un nuevo concepto...

Porque las verdaderas palabras viven dentro y cuando un@ comienza a aceptar escucharse y escuchar, se logran cosas tan simples y magníficas como saber guardar silencio en el momento indicado.

viernes, 8 de enero de 2010

A Contratiempo

Como suelo ir a contratiempo, mientras las personas comienzan a despedirse y mi lugar de trabajo se ve cada vez más despoblado, yo tomo doble turno por segundo año consecutivo, lo cual me insume casi todo mi día y toda mi energía durante la semana.

Aclaro, porque se ve que los tengo mal acostumbrados ya que he recibido algunos reclamos dado que durante esta semana no he posteado nada. Bueno... a tener paciencia. Prefiero escribir poco a escribir pavadas.

Y además, no será un tiempo corto... ni fácil, pero como dice mi madre, que es una mujer sabia: Llegará un día en el que, como con todo, se diga: " tal día hizo un año" y entonces, ahí nomás, me iré de vacaciones y volveré renovada ( si es que vuelvo).

lunes, 4 de enero de 2010

Gracias Tocayo

En el año 1974 yo tenía 9 años y soñaba con ser cantante. Me pasaba horas cantando y bailando sobre el primer escalón que conducía a la terraza de la enorme casona familiar, donde previamente había dispuesto mi "pie" de micrófono que consistía en un simple secador de piso, de esos de goma, en el que, sobre la punta de su palo de madera, prendía un broche de colgar la ropa que llebaba atado un largo piolín y que hacía las veces de micrófono.
Allí yo me sentía flotar sobre la multitud que coreaba todas las canciones mientras me aplaudía a rabiar y gritaba: ¡otra!, ¡otra!. Yo era feliz en ese instante.
Esta fue la primer canción que me aprendí y que canté hasta el hartazgo (de toda mi familia).
Hoy se las les dejo en un video de esa época, como un pequeño homenaje a quien fue mi primer y quizá mi único ídolo (porque cuando comprendí el significado de esa palabra, ya no me gustó), a quien me hizo vibrar por primera vez con un acorde y por quien toda mi vida llevaré mi nombre.

Gracias por la música, hasta siempre SANDRO.

Botellas al Mar

Y bueno... parece que aquí no ha pasado "casi" nada. Las fiestas pasaron y no me han dejado resaca, supe esquivar el azote de la tormenta que casi me hace tambalear a falta de sueño, el Jefe de Gobierno se tomó su tiempo, pero dice que hay que juzgar a los milicos, la gente sigue siendo lo que es por más fe que uno le ponga a que va a cambiar y así sigue la lista de cosas que el hecho de haber tirado un calendario no puede modificar.

Trámites. Sólo trámites.
Lo que queda de bueno es lo que hay de bueno siempre. Las demostraciones de afecto. Las personas que se quedan; las que están. Las que abrazan, las que miran, las que tiemblan, las que le temen al mar. Las que se equivocan, las que se entregan, las que se compromenten, las que dicen la verdad, las que aún creen que es posible, que siempre es posible.

Por ellas, por personas como la que veo cuando me miro al espejo es que sigo lanzando botellas al mar.

viernes, 1 de enero de 2010