sábado, 16 de enero de 2010

Milagros


Tiempo de cambios. Tiempo de Revolución. Sin miedo a la palabra, con el cuerpo puesto y dispuesto a la tarea de construir y no obstruír.

Con la mente abierta y las manos dispuestas a trabajar donde sea para restaurar la tierra, para que el de al lado lo vea y se contagie y también quiera.

Como todo pasa y como todo queda, ir pasando la voz, el canto; la receta. Y no perder la esperanza, ni la alegría, ni los sueños, ni la bandera.

Levantar y levantarnos y dejar que ladren los que se queden echados.

Caminar y leer y mirar y escuchar y al que no quiera o no pueda, mantenerlo arropado a la vera. Sin violencia, sin apuros, sin olvidar la experiencia, pero yendo, siempre yendo para seguir creciendo.

Está sucediendo. Es tiempo de cambios. Es tiempo de Milagros.

1 comentario:

  1. Muy desde adentro y, vale aclararlo, dejando el amor de lado (sólo por un segundo, claro !), nadie podría haberlo dicho mejor...
    Leonor

    ResponderEliminar