He vuelto a cocinar para mí. Esta noche dediqué mis manos y mi atención a las cucharas y las hornallas y me he devuelto el gusto, porque para mí siempre es un placer meter las manos en la masa. Pero ultimamente, a la hora de comer, algo sabe distinto, no sé si es que como más apurada o si ya perdió la gracia. Antes lo disfrutaba. O al menos eso creía hasta que me dí cuenta de que solo me conformaba porque estaba sola y me mimaba. Eso hacemos l@s que vivimos sol@s y tratamos de "querernos" un poco. Pero después vino un tiempo en el que mi cocina se pobló de dos y en mi casa se comía en el cuarto, en el living, en el balcón, a todas horas, de todo un poco, se cocinaba a cuatro manos y se comía de boca a boca. Ese tiempo también pasó, pero como nunca nada vuelve a quedar en el mismo sitio, ya no puedo conformarme con mimarme un poco.
Mientras escribo estas líneas pienso... Ahora sé cuánto valoro la comida y qué poco me gusta comer sola.
Hay que decidir qué se quiere ser San...mirá: dos definiciones acerca del amor, una de ellas, en el film Novecento, dice uno de los protagonistas...."Ah....el amor....es....UN OCÉANO DE MIERDA"
ResponderEliminarY Cortázar dice...
"Y qué es el amor, sino un rayo que te parte y te deja estaqueado en el medio del patio"
YO PREFIERO A CORTÁZAR.
bien bien....mi sobremesa es leerte y además de premio, bicho de ciudad, una canción con la que me identifico.
ResponderEliminarGracias....
Mi querida Sonny: Yolo tengo decidido hace rato... no viste que está grafitado en la plantilla del Blog en la columna de la izquierda?
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