Compleja y predecible. Verborrágica y hermética. Dulce y dura. Intolerante y paciente. Así de ambigua, así de fascinante y de repelente. Una completa aventura y una calma infinita. Una guerrera. Una pacifista.
Un ser contradictorio y amable, amante, amado, temido, respetado, maltratado, descuidado, abandonado. Crecido entre los cardos como un trébol de cuatro hojas que por algún ojo de buen cubero, sobrevivió a la muerte.
Una incansable luchadora. Una convencida de la fuerza de la persistencia, del valor de los errores, de la vanidad de los juicios, de la inutilidad de la prepotencia.
Pequeña, cada vez más pequeña frente a tanta grandeza, a tanta revelación. Perpleja, cada vez más perpleja en medio de tantas almas cada vez más solitarias, más esquivas, más huidizas. Despierta, alerta, solidaria y obsesa.
Siempre mirando más allá, donde otras miradas no ven, descifrando, traduciendo, tratando de recordar… tratando de no olvidar.
Sembrando semillas de letras para que crezcan poemas, canciones, recetas.
Porque aunque suene a evangelizadora de ilusiones, sigo insistiendo: No hay otra tarea. Y más tarde o más temprano cada uno deberá hacer su parte.
Yo voy, palabra tras palabra, moldeando mi espíritu para poder soportar las embestidas de los que descreen, de los que dudan, de los que temen, de los que se rinden, de los que envidian y los que no entienden.
todos encontrarán el momento de develar el misterio y encontrar la revelación de lo cotidiano. La creencia en una entidad individual es una percepción errónea, es una ilusión. Por lo que habrá que seguir arremetiendo, mechando y soportando las embestidas de las dudas, de las individualidades, de la envidia y de lo que no se entiende. Fuerza!
ResponderEliminarGracias por tus palabras, gracias.
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