jueves, 19 de noviembre de 2009

Ritos Legales

Como nunca, hace días que no encuentro palabras. Es verdad que tampoco encuentro tiempo para buscarlas, pero ellas tampoco vienen a mí: estamos desencontradas. Pero hoy necesito dejar escrito que esta mañana, en el barrio de Villa Devoto no llovió. Que sólo hubo manojos de arroz y pétalos de rosas, montones de abrazos y de aplausos. Familiares y muchos amigos festejando el compromiso renovado, la unión civil de dos mujeres que se aman desde hace 14 años.

Una de ellas es mi hermana. Un ser al que amo casi como a mí misma. Una persona íntegra, brillante y amorosa. Alguien por quien daría mi vida sin dudarlo.
La otra es alguien a quien conozco desde antes de que ellas mismas se conocieran, alguien a quien ví crecer, construirse a sí misma, y por la que, además de quererla muchísimo, siento un profundo respeto y una gran admiración.

Y podría parecer que poco cambia el hecho de pasar por el CGP y más siendo aún en estas instancias, donde seguimos esperando por la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, pero sin embargo hoy, cuando observaba a las madres de las protagonistas, me dí cuenta de que finalmente,(y como siempre), lo más importante son los rituales, porque nos vuelven a unir, nos renuevan la fe, la energía y el amor. Aunque después no tengamos demasiadas palabras para poder expresar la transformación que experimentamos al atravesarlos.
Pero... ¿a quién le importan las palabras cuando todo es amor?

4 comentarios:

  1. Te dije hoy que te adoro?
    Tu hermana, la unida civilmente.

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  2. los rituales nos enmarcar dentro de algo que básicamente es la visibilidad... la visibilidad ante los otros y entre nosotros, es la reconfirmación de poder comprometernos frente a otros, sea el ritual que sea. siempre y cuando el trasfondo sea un genuino sentimiento. El amor con el ritual se complementa. El ritual sin amor no es nada.no?

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  3. Tal cual. Me encantó tu reflexión. Gracias.

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