No me gusta encolumnarme detrás de nada, no tengo ídolos, no me fanatizo, aunque a veces me entusiasme demasiado con algunas cosas.
Puedo ser muy perseverante si tengo claro que me vale la pena y dejar de serlo en el mismo instante en el que algo dejó de interesarme.
En estas vacaciones leí un libro sobre la escritura, donde la autora describe muchas de las sensaciones que experimento cuando me siento aquí, cuando no encuentro como transcribir mis emociones, cuando todo me parece trillado, cuando siento que es un fiasco lo que escribo. Y ella dice algo simple, algo elemental, algo que también se ha dicho de muchas otras maneras muchas veces:
Todos escribimos sobre lo que otros han escrito antes. Y eso me recuerda algo que siempre me dice mi "techista" (mi terapeuta) : la certeza no existe. Hay que aprender a convivir con la incertidumbre, hay que perderle el miedo y tornarla en esperanza. Y eso, creo yo, sólo lo da el ejercicio, así que seguiremos afinando el lápiz y punzando el corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario