lunes, 30 de noviembre de 2009

Viaje de Ida


Este fin de semana hice un viaje relámpago a Gualeguaychú. A un sitio precioso, verde y tranquilo, donde conocí personas cálidas, con sonrisas y tiempo para regalar y compartir.

La lluvia no faltó a la cita, como es su costumbre ultimamente, pero no logró empañar tampoco esta vez la alegría del encuentro.

Mi alma se alimentó del aire y la tierra que tanta falta le hacen aquí, en esta ciudad, y cuerpo se relajó en aguas termales y decansó plácidamente por la noche.

Quizá a penas un poco de tanta armonía resaltó, por oposición, y como suele suceder a menudo, todos mis deseos incumplidos, mis necesidades postergadas, mi desorden de prioridades.
No pude más que enfrentarme a la simple realidad de que a veces es uno el que elige hacer de su vida una pena o una alegría.

Fue un viaje de ida.


miércoles, 25 de noviembre de 2009

martes, 24 de noviembre de 2009

Un ratito Más

Comienzos y finales y otra vez comienzos.
Proyectos que parecen lejanos y que un buen día saltan del calendario.
Palabras que dibujan ideas que a su vez generan acciones. Acciones que aunan voluntades, criterios, realidades.
Soñamos que viajamos livianos, desplegando nuestras alas atravesando el viento y al despertar, las pantuflas al lado de la cama, nos devuelven a la tierra. Pero quizá en algún rincón del cuarto, si miramos con detenimiento, descubramos una pluma que nos confirme el vuelo.
Nada "Es" sino en nuestra capacidad de apasionarnos y creer: de creer en uno mismo y en el deseo sin perder la capacidad de asombro, la poesía, la creatividad, la espontaneidad, la sinceridad y las ganas de hacerlo bien.
Yo sigo creyendo. Yo sigo soñando. Por eso, cuando se hace tarde y creo que ya no voy a poder escribir nada, voy a la cocina, arreglo el mate y me quedo un ratito más.

lunes, 23 de noviembre de 2009

El día después


Y todo salió como debía.

Los Dioses se encargaron de lo suyo y detuvieron el llanto del cielo para dejar paso a las risas que ameritaban ser las reinas de la noche; una en cada boca de las protagonistas y montones en cadena de todos los que estábamos allí para festejar con ellas su alegría.

Todos los demás nos ocupamos de lo nuestro y... bailamos y nos divertimos y comimos, charlamos y bebimos y aquello fue como ellas lo habían soñado. Nadie faltó a la cita y como diría Girondo... "todo era amor". Una catarata de Amor.

Hace un rato recibí una mail de agradecimiento de parte de ellas. un mail donde nos cuentan cuánto y cómo sienten lo maravilloso que ha sido todo esto. Y yo aún no encuentro las palabras, sigo y sigo escribiendo sin lograr describir mi propia sensación de orgullo, de alegría, de felicidad, de agradecimiento, de paz.

Pero esta vez, lo que yo siento es lo de menos.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Catarata de Amor

Hace un tiempito, una amiga me dijo: "si hay amor, todos los obstáculos se superan" y yo le refuté esa frase con tantos y tan sólidos argumentos (cuando no) que terminó pensando que quizá, lo que ella sostenía no era tan así.

Hoy quiero hacer públicas mis disculpas y retractarme de aquel discurso categórico e injusto que largué parcial e infantilmente desde el centro de mi ombligo.
Como siempre, cuando tomo un poco de distancia y analizo el sentido de lo que digo, cuando la realidad cotidiana me vuelve a poner en situaciones de compromiso y esfuerzo que a su vez renuevan mi energía y me hacen sentir parte de un todo, vuelvo a experimentar esa hermosa sensación de estar abrazada, protegida, contenida por una invisible capa de Amor que me hace invencible, fuerte, feliz.

Hasta muy entrada la madrugada estuvimos con los preparativos de la fiesta. La instalación de la carpa, las luces, el sonido, la disposición de las mesas, la decoración. Gente extraña que iba y venía terminando de colocar caños y lonas. Gatitos encerrados en el cuarto para no asustarlos. Y cada uno de los conocidos esperando su turno para hacer lo suyo.
Todos trabajamos, nos ayudamos y fuimos salvando los "obstáculos", mientras masticábamos pizza casi de parados.

En aquella conversación con mi amiga hablábamos específicamente del amor de pareja, pero, en definitiva... no es el Amor, siempre Amor?. No es la confianza, la fe, la sensación de seguridad, la posibilidad de cometer errorres y solucionarlos, no es sino sentirse y ser "con"?

Amor. Mucho Amor.
Allí, anoche, Nadie era decorador. Nadie era sonidista. Nadie era iluminador. Todos las amamos. Y todo quedó precioso. Todo está listo para la fiesta de esta noche.


Y qué podrá hacer un poco de lluvia contra semejante catarata de Amor?

jueves, 19 de noviembre de 2009

Ritos Legales

Como nunca, hace días que no encuentro palabras. Es verdad que tampoco encuentro tiempo para buscarlas, pero ellas tampoco vienen a mí: estamos desencontradas. Pero hoy necesito dejar escrito que esta mañana, en el barrio de Villa Devoto no llovió. Que sólo hubo manojos de arroz y pétalos de rosas, montones de abrazos y de aplausos. Familiares y muchos amigos festejando el compromiso renovado, la unión civil de dos mujeres que se aman desde hace 14 años.

Una de ellas es mi hermana. Un ser al que amo casi como a mí misma. Una persona íntegra, brillante y amorosa. Alguien por quien daría mi vida sin dudarlo.
La otra es alguien a quien conozco desde antes de que ellas mismas se conocieran, alguien a quien ví crecer, construirse a sí misma, y por la que, además de quererla muchísimo, siento un profundo respeto y una gran admiración.

Y podría parecer que poco cambia el hecho de pasar por el CGP y más siendo aún en estas instancias, donde seguimos esperando por la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, pero sin embargo hoy, cuando observaba a las madres de las protagonistas, me dí cuenta de que finalmente,(y como siempre), lo más importante son los rituales, porque nos vuelven a unir, nos renuevan la fe, la energía y el amor. Aunque después no tengamos demasiadas palabras para poder expresar la transformación que experimentamos al atravesarlos.
Pero... ¿a quién le importan las palabras cuando todo es amor?

sábado, 14 de noviembre de 2009

Ancestros

En alguna parte, detrás de nuestras máscaras, subsiste el gen primitivo y primigenio que manda en nuestras almas. Aunque pretendamos ignorarlo, aunque convengamos tácitamente en que es cómodo, higiénico, práctico y civilizado llevar nuestras vidas organizadamente adaptadas a los diferentes ritmos que hoy nos impone el afuera, todos llevamos tallados a mano alzada los surcos de nuestros ancestros. Y todos, indefectiblemente, tarde o temprano, nos volvemos ellos. Por eso está bien buscarse, por eso está mal venderse, por eso es que nos cuesta tanto reconocernos. Lejos estoy de tener elementos y conocimiento como para hacer un análisis antropológico y tampoco es mi intención hacerlo. Ya he dicho más de una vez que todo lo que escribo es desde mi sentimiento, pero soy una pensadora nata. A veces la observación de las conductas humanas (incluída la mía propia), me lleva a ahondar casi instintivamente sobre cuestiones que a pesar de estar tan arraigadas, como es el caso de nuestros orígenes, los que indudablemente marcan para siempre muchas de nuestras conductas, en general no se toman en cuenta a la hora de los análisis cotidianos. Como si la cosa terminase en nuestra educación, como si la cosa fuese solamente producto de una hipotética familia disfuncional. Como si pudiesemos cargárselo todo a una madre dominante y a un padre ausente. Es probable que la mayoría de nosostros sólo tengamos el registro de las caracrerísticas físicas de las distintas etnias de las que procedemos . Pero...cuánto sabemos de sus características espirituales, de sus habilidades, de su manera de evolucionar?. Cuánto sabemos de lo que de ellas hemos heredado?. Cuánto de ellas aún rigen nuestras pasiones, nuestros impulsos, nuestros valores, nuestras maneras de ver las cosas?.  

En fin, lo que me trajo hasta aquí, fue la simple y recurrente necesidad que compartimos todos cada día: comunicarnos, entendernos un poco más y mejor. Y sentí que está bueno pensar en que si hacemos un viajecito hacia nuestro pueblo interior, quizá rescatemos esa sabiduría ansestral, ese poder desconocido u olvidado que nos permita reconocernos en el otro, juntar los pedacitos y rescatarnos mutuamente de las garras del olvido.


lunes, 9 de noviembre de 2009

Mi Foto


Soy muy vueltera para algunas cosas. Y eso deviene en consecuencias a veces bastante más complejas de lo que en principio hubiese sido ir directo al punto, pero a veces, sin ir tan a lo profundo, simplemente puedo perderme de cosas que están al alcance de mi mano por dudar más de lo debido. Por temor a invadir. Y la fotografía tiene mucho que ver con eso. Pero hay imágenes que seducen tanto que una las persigue hasta que, si tiene suerte, ellas se dejan atrapar en toda su belleza.
Algo así me sucedió con esta foto. Hubo sólo un momento en que hubiese podido tomarla y no dudé.
Al día siguiente, cuando volví a la playa, había una cuadrilla de hombres trabajando, desmontando la desvencijada estructura de palos. A estas alturas, ya no quedaría ningún registro de lo que yo ví si no hubiese vencido mis temores.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Tu Foto



Y volví a quel lugar un día nublado, sin saber muy bien si el recuerdo que guardaba se parecería en algo a lo que encontraría, sin estar demasiado segura de encontrarlo. Pero no hube de caminar demasiado para despejar mis dudas. Al poco rato de caminata, allí estaba, algo más grande de lo que pensaba, bastante más simple, rústica y sin herrajes. Pero otra vez sentí lo mismo que me hizo detenerme frente a ella la primera vez: la ví inexplicablemente bella. Se me antojó el portón de una fortaleza. Y de pronto, nuevamente me vino a la cabeza el libro que estaba leyendo sobre la escritura...

La autora decía en un momento que, cuando uno escribe, llega una instancia en que los eventos reales se empiezan a fundir con los que uno está elaborando para su novela, así que supongo que mi imaginario se disparó hacia el embudo donde todo confluye.

Mi mirada sobre el objeto cobró nuevas dimensiones al haber transcurrido tanto tiempo entre la primera vez que lo ví, cuando mi motivación era casi un impulso emocional, un deseo a tientas y este momento en que la motivación tiene Nombre y Apellido. Y la historia va cobrando otro sentido: un sentido real.

martes, 3 de noviembre de 2009

Más de lo mismo

Mi Mirada

Ví el fuego y las hojas. Ví la madera raída y seca, ví la arena desde el mismo suelo. Y ví el sol bajando sobre los pinos, ví caminos desolados, interminablemente largos y ví el cielo recién baldeado de estrellas y la luna inmensa y ví el mar... el mar que me miró como a una extraña, porque nunca nos gustamos demasiado, ví y sentí mi vida en el viento. Y no me sentí pequeña porque me ví en cada cosa que mis ojos miraban... incluso en el mar.

lunes, 2 de noviembre de 2009

La Convivencia

No me gusta encolumnarme detrás de nada, no tengo ídolos, no me fanatizo, aunque a veces me entusiasme demasiado con algunas cosas.
Puedo ser muy perseverante si tengo claro que me vale la pena y dejar de serlo en el mismo instante en el que algo dejó de interesarme.
En estas vacaciones leí un libro sobre la escritura, donde la autora describe muchas de las sensaciones que experimento cuando me siento aquí, cuando no encuentro como transcribir mis emociones, cuando todo me parece trillado, cuando siento que es un fiasco lo que escribo. Y ella dice algo simple, algo elemental, algo que también se ha dicho de muchas otras maneras muchas veces:
Todos escribimos sobre lo que otros han escrito antes. Y eso me recuerda algo que siempre me dice mi "techista" (mi terapeuta) : la certeza no existe. Hay que aprender a convivir con la incertidumbre, hay que perderle el miedo y tornarla en esperanza. Y eso, creo yo, sólo lo da el ejercicio, así que seguiremos afinando el lápiz y punzando el corazón.