viernes, 23 de octubre de 2009

Bosque Adentro

Me voy. Por un ratito. Me voy a descansar al mismo bosque y al parecer, bajo la misma lluvia, pero esta vez no me importa.

Tampoco me atrevo a decir en voz alta que hubiese preferido que las cosas fuesen diferentes, porque con toda seguridad, y más alla de mi falta de comprensión, ésta es la manera en que deben ser para mi felicidad. Y estoy siendo feliz. Así que sería muy desagradecido de mi parte no disfrutar del devenir de la vida.

Voy a buscar la foto de esa puerta que me quedó velada cuando se me rompió el rollo allá por Febrero. Y por las noches cuando me duerma, voy soñar con lo que tengo y lo que me espera. Y cuando esté despierta voy a extrañar con alegría y a valorar la distancia y a no sentirme vacía.

Voy a escribir en papel, a juntar ramitas, a encender el fuego y a masticar lento. Me voy un ratito al bosque, me voy un rato a caminar por dentro.

martes, 20 de octubre de 2009

El poder de los Objetos

Caminaban en fila india unos detrás de otros , sumidos en un profundo silencio, siguiendo la marca de la huella del que iba delante para no pisar en falso sobre la angosta y ríspida ladera que trepaba la montaña. Cada uno llevaba consigo algún objeto preciado que había elegido de entre sus pertenencias como una especie de amuleto para acompañarlos en aquel viaje que había comenzado hacía ya algún tiempo pero que no sabían bien cuánto iría a durar. Caminaron y subieron paso a paso, huella sobre huella, tendiéndose las manos, durmiendo bajo las estrellas y esperando el amanecer para enrollar sus mantas y seguir caminando. todo en completo silencio; sólo oyendo el canto del viento y de los pájaros, del follaje entre los cuerpos y el crepitar de los fuegos. Todo mientras se iban elevando. Una mañana, al giro de un trecho, se abrió un claro desde donde por primera vez podía apreciarse con cierta claridad lo que habían dejado atrás, debajo, alrededor de ellos. Todos quedaron perplejos ante la magnitud de semejante silencio. Entonces uno se arrodilló en el suelo y con sus manos comenzó a cavar un hoyo donde depositó su amuleto. Los demás observaban mientras iban lentamente buscando entre sus cosas sus propios objetos, los cuales fueron depositando uno a uno al lado del primero. Luego, entre todos, cubrieron el agujero y se quedaron un rato allí de pie, sonriendo. Después, aún sin mediar palabra, emprendieron el viaje de regreso.

lunes, 19 de octubre de 2009

La letra chica


Hay cosas que definitivamente me hacen sentir desesperadamente inútil. Que atentan contra mi paciencia y mi autoestima. Por ejemplo la cantidad de inscripciones que, a diario encuentro frente a mi vista y que cada vez estoy más lejos de poder decifrar. Y aunque le adjudicáramos una parte del problema a mi atismatismo combinado con una dosis perfecta de miopía, esto no debiera representar un problema, ya que uso obedientemente mis lentes recetados. No. La cosa va mucho más allá. La cosa es que al tipo que se le ocurrió diseñar, por ejemplo, la factura del teléfono le importa tres pitos que alguien tenga que cargar en una PC, durante todo el día, los numeritos de cuit casi invisibles que aparecen en ellas. Eso para no hablar de las inscripciones e indicaciones que traen los envases de alimentos y condimentos varios, en letritas diminutas sobre fondos de colores oscuros y brillantes.

Podría enumerar muchas otras cosas que se me ocurren, pero en verdad, me pregunto si es que yo cada vez veo menos claro o si cada vez me quieren confundir más...

viernes, 16 de octubre de 2009

Receta Líquida

Tomar un puñado de versos viejos y ponerlos en agua junto con unas gotitas de jengibre recién rallado. Luego agregarle el tamíz de las lágrimas del invierno después de haberlas maserado bien tapadas en frasco de vidrio- revolver lentamente con cuchara de madera hasta que rompa el hervor. Dejar reducir a fuego moderado de manera que la mezcla comience a ligar sus humores. Cuando comience a tomar ese color característico de la pag 43 del libro de Whitman, apagar el fuego, tapar y dejar reposar toda la noche al sereno.

Estas aguas perfumadas que desde luego pueden derramarse a besos de madera y limón, (aunque algo picantes), tienen el poder de borrar las marcas, cerrar heridas y, como han bebido de las estrellas y reposado en la tierra; pueden también reunir lo que esté lejano, perdido ó extraviado.

También pueden utilizarse en diversos menesteres tales como regar plantas, las que parirán toda clase de flores exóticas y de tamaños inusitados (se recomienda ser cautos en este punto), limpiar la casa de malas energías, usándola para rociarla en los rincones o simplemente para sumergirse en ella durante un largo baño de inmersión del cual se saldrá completamente dispuesto a ir a por todo lo que escueza en el alma.

lunes, 12 de octubre de 2009

Alberto, mi querido Alberto


Yo para verlo pausé cada placa porque pasan bastante rápido y... es sabido que a veces la velocidad hace que se pierda el foco. No se lo pierdan.

viernes, 9 de octubre de 2009

Modificador Directo

A veces, para que el cuerpo se recupere, es necesario reveer un poco lo que hay en la alacena, en la heladera y hasta deshacerse de algunos condimentos y aderezos que estamos acostumbrados a consumir desde siempre, aunque sepamos que muchos de ellos nos hacen daño. El cuerpo es tan generoso que procesa lo mejor que puede todo lo que le metemos y cuando nos pega el grito es porque hace rato viene sufriendo. Y siempre nos avisa: siempre. Y si le damos lo que pide, si nos tomamos el tiempo, el trabajo, el esfuerzo, acabamos por darnos cuenta de que nos estábamos perdiendo lo mismo que pretendemos: sentirnos bien.
Lo mismo pasa con el alma. A veces, para que el alma se recupere, es necesario reveer un poco el pensamiento, el discurso que nos distancia de nuestros verdaderos sentimientos, y usar el pecho como un cuenco donde ligar el verbo con la sustancia, el deseo con el modificador directo. Y dejarnos modificar...desde adentro.
Claro que es más fácil ( y con eso muchos se quedan más que contentos) hacer dieta un par de días que replantearse cuán feliz se quiere ser en la vida.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Giros del Lenguaje


Escarbo en el teclado sin detenerme a pensar. Me sumerjo en la terapia intensiva de la música y nado, nado, nado hacia la siguiente palabra que otra vez me salva la vida.

Repito este ritual una y otra y otra vez para no exorcizar, para no olvidar, para no esconder me.

Busco y rebusco en el fondo las palabras que no están vacías, las que más me duelen, las menos queridas, las que no son bellas ni definitivas.

Es mucho el trabajo cuando el discurso implacable ha sido la única arma durante años, pero ya no tiene caso pretender ser una heroína, la impenetrable coraza ha sido vencida por el mejor de los oponentes y enhorabuena.

Todo el diccionario se revela contra mi inteligencia, se me ríe en la cara y yo, por puro reflejo, sigo acudiendo a él cuando no comprendo y en cambio, me sigue sorprendiendo y van apareciendo otras, unas que ahora sé que no entendía; unas pequeñas, que pasan casi desapercibidas, que no son grandilocuentes, ni temibles, ni agresivas.

Y van emergiendo así de a poco, suavemente consistentes, humildemente claras, verdaderamente amorosas.

Y mientras yo nado, ellas vienen conmigo como un cardúmen de colores tan indescriptible...que me falta tanto para poder contarlo...

domingo, 4 de octubre de 2009

sábado, 3 de octubre de 2009

Mañana Negra

Es la mañana del sábado 3 de Octubre. Una mañana inapropiadamente bella para tanta tristeza, o quizá no, quizá mi torpe naturaleza una vez más no me deje apreciar el regalo que me ofrece la tierra para acompasar las horas, para hacerme a la idea.

Este ha sido un año de mucho aprendizaje, pero el embudo se va cerrando de una manera tan abrupta que me asombra encontrar aún algunas letras. Y ahora se me va mi Negra, se me va mi otra Maestra, mi otra compañera...

Ella no lo sabía, pero yo sentía con ella. Yo aprendí a tener fuerza, a cantar desde el alma, a volver desde arriba, a entender el: ¡"adentro"!. Ella no era mi ejemplo, era mi voz en el tiempo... y me podía estimular.

Hoy estoy muy triste, algo se muere en mí

Mi Negra querida...

viernes, 2 de octubre de 2009

Sobremesa

He vuelto a cocinar para mí. Esta noche dediqué mis manos y mi atención a las cucharas y las hornallas y me he devuelto el gusto, porque para mí siempre es un placer meter las manos en la masa. Pero ultimamente, a la hora de comer, algo sabe distinto, no sé si es que como más apurada o si ya perdió la gracia. Antes lo disfrutaba. O al menos eso creía hasta que me dí cuenta de que solo me conformaba porque estaba sola y me mimaba. Eso hacemos l@s que vivimos sol@s y tratamos de "querernos" un poco. Pero después vino un tiempo en el que mi cocina se pobló de dos y en mi casa se comía en el cuarto, en el living, en el balcón, a todas horas, de todo un poco, se cocinaba a cuatro manos y se comía de boca a boca. Ese tiempo también pasó, pero como nunca nada vuelve a quedar en el mismo sitio, ya no puedo conformarme con mimarme un poco.
Mientras escribo estas líneas pienso... Ahora sé cuánto valoro la comida y qué poco me gusta comer sola.