Traten de evocar lo que les pasa en el cuerpo las (pocas) veces que sienten que una canción los conmociona como una caricia o un sopapo. Imaginen coincidir en una interpretación, complementarse en una necesidad. Imaginen…, imaginen…, imaginen… Y después deténganse un instante y piensen la cantidad de oportunidades que nos da un día para sentirnos agradecidos pese a todo. Ellas están ahí, solo que nuestra atención anda demasiado exigida… pero…. Vamos con fe! Ni un paso atrás!
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