Cociné para mis amigas, mientras mi amor me secundaba en las pocas sombras que ofrece mi casa (casi como si complotara para que no dejarara de tenerla a la vista).Todo sucedio mientras se sucedían otros acontecimientos de los que tampoco quería perderme...
Ya entrada la noche, en medio de la cena, y por esta cosa rara y no sé hasta qué punto "maravillosa" de la cibernética, me fui poniendo al tanto de las otras cosas que me preocupaban y ahora , que ya me he quedado sola otra vez, me doy cuenta una vez más de que no importa a la velocidad que llegue la información. Hay un tiempo personal para procesarla. Un tiempo sujeto a la relatividad, a los acontencimientos simples, la mayoría cotidianos...la comida que se quema, el timbre que suena, la foto que se quiere mostrar... No hay manera de estar en la procesión y en la campanario, pero así y todo, yo me las arreglo para no irme a dormir sin saber.
Agradezco la hermosa noche que pasé con las personas que amo, agradezco a la que más amo, porque estuvo presente en cada plato que serví y agradezco a quienes estuvieron soportando el peso de estar sin mí, en una noche tan particular.
Todo vuelve y todo se compensa...
Se te lee armónica y contenta. Me alegra porque te sigo y de alguna forma que no se decir, me hace bien. Que bueno saber que hay una a la que amás más que a todas, ella disfrutará de lo mejor de vos. Y eso también me alegra.
ResponderEliminarSinceramente.
Saludos y no dejes de contarnos-
Me encanta tu manera de escribir, es tan cotidiana y poética, que conmueve y hace pensar a la vez.
ResponderEliminargracias!!!!!!!!!!!!lLaura