Así se ve un atardecer despejado desde mi balcón, en el piso 14.
Cuando yo digo que soy una mujer afortunada, me refiero a estas cosas. A las "pequeñas grandes cosas" que hacen de mi vida una fiesta, sin previo aviso. Que hacen que valore lo que tengo. Que vuelva a echar los dados sin miedo.
Quizá el pensamiento general esté adiestrado para deducir que estas postales sólo se pueden apreciar desde lugares privilegiados, costosos e inalcanzables.
Pero no.
Mira vos!...
Ésto se ve desde una torre a una cuadra de plaza flores, en un barrio denso y peligroso, desde un depto sostenido por un alquiler bastante razonable y con la mirada puesta en la belleza de las cosas simples, naturales, casi obvias.
Todas las ventanas de mi casa miran a "eso" y desde mi cocina, voy aprendiendo a descubrir cuál es el exacto color de zapallo que quiero para mi cena.
Mira vos!...
Ésto se ve desde una torre a una cuadra de plaza flores, en un barrio denso y peligroso, desde un depto sostenido por un alquiler bastante razonable y con la mirada puesta en la belleza de las cosas simples, naturales, casi obvias.
Todas las ventanas de mi casa miran a "eso" y desde mi cocina, voy aprendiendo a descubrir cuál es el exacto color de zapallo que quiero para mi cena.
... y mi privilegio es que lo compartas conmigo.Gracias!!
ResponderEliminarKoi.
hermoso!!!... tambien he sentido esas pequeñas grandes cosas de la vida, de verdad te cambian!
ResponderEliminarmuyyyyy buenoooo!!!... por suerte, a mis cuarenta y tantos ya he aprendido a disfrutar de esas cosas que vos decís... Por suerte no perdí mi capacidad de asombro... Tu foto es sencillamente una hermosura... me imagino lo que habrá sido para vos el verlo!! brindo por eso!! S.-
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