Galeano escribe el mundo en pequeñas libretitas y yo amo las miniaturas. Lo amo a Galeano.
Yo escribo el mundo por cualquier parte: en los posits de la oficina, detrás de las facturas de teléfono o en los bordes de una caja de medicamentos; y amo escribir.
Escribir, siempre es sanitario, urgente, indispensable.
Escribir a veces es traicionero, cruel, doloroso.
Y guardarse las palabras muchas veces hace que un@ se atragante, se arrugue, se cercene, que deje de ser. Y poder escribir lo que se siente es algo inexplicable.
Yo estoy dejando de ensayar definir mis pensamientos para dejar paso a la confianza y la fluidez, para intentar ser más sincera y simple, para no dejarme asustar por "el qué leerán". Porque también el silencio asusta y entonces una escribe sólo para llenar los espacios vacíos. Pero voy aprendiendo a regular mis tiempos para dejar macerar el pensamiento y el sentimiento, para no hablar de más ni decir distinto a lo que quiero.
A veces una sola frase, en privado, lo sintetiza todo. Y otras, hay que animarse a publicar el libro. Pero eso requiere, además, coraje y determinación.
Allí voy.
Allí voy.
Gracias por tus comentarios en mi blog, y si hay algo que uno tenga que hacer en la vida, si se lo permite uno mismo, es escribir un libro.
ResponderEliminarY lo mejor es que se puede decir lo que uno siente y piensa, anónimamente...
Saludos,
Eli
què lindo verte crecer y ver còmo vas encontrando, bùsqueda de por medio, tu modo de expresarte!! cariños!!
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