martes, 4 de enero de 2011

Receta

Todo a ojo. Como en el tiempo mis abuelas.

Los ingredientes, los tiempos, las medidas...

Todo a ojo. O a sabiendas... O a pura "sensación"... como más les guste.

Así me va la vida. Por más terapia que haga, por más años que cumpla, por más años que pasen. Yo sigo siendo yo. Y cada vez que me detengo a verme me valoro un poco más.

Estas milhojas han sido maraviloso espejo de mis miserias y mis espantos. De mis miedos, mis dudas mis furias, mis delirios, mis alegrías,de mis más profundos desencantos pero también han sido un camino prolijo, de mi crecimiento de mi fe y  mi convicción, de mi coherencia y mi amor.

Estas milhojas, que ya son 500, ya me representan más de lo que yo misma soy capaz de admitir, Porque claro... como toda receta... si es a "ojo" no se puede repetir.

1 comentario:

  1. Me recordó a las palabras de Kundera..."El hombre lo vive todo a la primera y sin preparación. Como si un actor representase su obra sin ningún tipo de ensayo. Pero ¿qué valor puede tener la vida si el primer ensayo para vivir ya es la vida misma?".
    De eso se trata... de encontrarle el sentido y el valor en el hacer constante, en disfrutar del viaje, del ensayo, sin preparación ni recetas, a pelo suelto nomás. Te quiero!

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