Por fin lo hice. Después de años. sí, años. Muchos. Escribí un mail, hablé por teléfono y fui. Empecé a tomar clases de canto con una de las personas que más admiro dentro de la música de mi país.
Parecía algo tan lejano, tan inaccesible y sin embargo hasta me encontré con la sorpresa de que mi voz aún está sana e intacta, lista para cualquier desafío. Es decir: no tengo excusas.
Una vez más el fantasma de lo imposible ha sido vencido por el poder de la acción. Y yo me hago una fiesta y bailo y canto a mi alrededor... porque ya venía siendo hora.
Clases de canto!! Felicitaciones!!!!!!!
ResponderEliminarUsted es una caja de sorpresas, eh?? :D Que bien! A seguir disfrutando!!!
Besos
jajja... Bueno... para los que me conocen, e incluso para los que han leido algo de este blog no debería resultar taaan "sorpresivo" este post. He contado varias veces que canto y compongo y que mi relación con la música es profunda e intensa... es sólo que no he tenido... el tiempo?... la atención?... el alma? dispuest@s hasta ahora para volver a dedicarme a ella como a mí me gusta.
ResponderEliminarUn abrazo!.
Felicidades!
ResponderEliminarY mucha suerte, que lo disfrutes. Que bueno hacer lo que uno quiere hacer y sentir que lo esta disfrutando.
Saludos