martes, 28 de septiembre de 2010

Diástole y Sístole

La vena cava superior y la vena cava inferior siguen haciendo laboriosamente su trabajo sin que nadie lo note, sin que ninguno de nosotros ni siquiera repare en ello por un segundo, a no ser que algo ande mal. Ahi se nos queman todos los papeles. Pero mientras tanto, seguimos tirando de la soga.
El corazoncito es un cuchitril muy compacto que llevamos instalado debajo de la teta izquierda y que cumple afanosamente su tarea, pero que además carga con la puta mala leche de haber salido electo como emblema de los sentimentos... pobre, no? A quién se le habrá ocurrido tamaña idea?
Porque la verdad... si una mira un corazón al descubierto... no tiene nada de sentimental.
Y bueh... será esa obsesión carnal, esa cosa de no poder despegar el sentimiento de la imagen.
A mí, la verdad, ahora que lo pienso no me pasa nada "por el corazón", más que el latido que me mantiene con vida... la sístole y la diástole que hacen que todo funcione y que soy plenamente conciente de que pueden fallar en cualquier momento por cualquier motivo que desconoceré. Y sin embargo, como todos, sigo usando esas frases tan trilladas "en mi corazon", " desde mi corazón"...
A veces me gustaría ser un poco más pragmática. un poco menos inocente. y no hablo de lo literario, hablo de la vida. A veces me gustaría encontrar las palabras que quiero decir. Y a veces de tanto pensar, ya es tiempo de callar otra vez.

lunes, 27 de septiembre de 2010

"El que apuesta por necesidad pierde por obligación"


Hay veces en que no me hace sentir mal perder una apuesta. Son las veces en las que juego limpio y apuesto sólo lo que puedo y lo que tengo.

Ahora bien. Hay varias maneras de perderla. Una es jugar hasta que el juego se consuma en sí mismo y perderlo todo. Otra, por ejemplo, es elegir retirarse cuando una percibe que las reglas no están siendo respetadas por l@s jugadores involucrados y no hay nadie que arbitre en el asunto.

Algo así acaba de sucederme y, la verdad, a pesar de sentirme un poco tonta porque nuevamente puse todas mis cartas demasiado apresuradamente sobre la mesa y no guardé ninguna para poder lidiar con la astucia de los demás jugadores, que evidentemente se tomaron el juego mucho, pero mucho más en serio que yo, onda "a matar o morir"..., me siento tranquila.
A mí no me gusta ni matar ni morir por una apuesta, sigo insistiendo, lo que de verdad vale la pena es jugar.

Disfruten la semana de Primavera!

jueves, 23 de septiembre de 2010

martes, 21 de septiembre de 2010

Feliz Primavera


Carpetas

Deliberadamente acopio papeles y objetos, información de todo tipo y en cualquier formato siempre que algún detalle me llama la atención.

Muchas veces transcurre bastante tiempo hasta que descubro la utilidad o el beneficio de gran parte de esas cosas. Y casi siempre es porque en general, (lo sé por experiencia), todas guardan relación entre sí pero carecen de sentido si se las examina individualmente. Rara vez dispongo de todas las “piezas” al momento de pretender hacerme la idea de para qué han llegado a mis manos. De manera que las veces que sucede, las ocasiones en que el aspecto gestáltico del todo se manifiesta por sobre el de las partes y se me aclara el entendimiento, poniendo de manifiesto la lógica irreductible de la intuición, el resultado suele ser verdaderamente asombroso, y no precisamente por el aspecto “útil”, sino más bien por lo categórico y entonces vuelvo a celebrar la fe en los sentidos. La mágica mano que me conduce por los vericuetos de la incertidumbre hacia el descubrimiento y el aprendizaje me mantiene despierta y atenta, no desechando nada hasta no estar segura de que ya cumplió su ciclo conmigo, agregando y cambiando piezas de lugar, completando así cosas que tiempo atrás me hubiesen sido incomprensibles y avanzando una casilla con cada nueva imagen, con cada nuevo sentimiento y, a veces, con cada “archivo recuperado” que logro completar.

Es como un juego con el que vine programada. Me divierte jugar. Y soy muy buena en eso, de practicar, nomás.

Claro que en el terreno de lo vincular todo se torna un poco más complejo, pero no puedo dejar de reconocer que aunque ese ya sea un nivel mucho más elevado, sigue siendo parte del juego…


domingo, 19 de septiembre de 2010

Nada más

Emerger de un tibio y reparador baño de inmersión, enfundarse en la camisa de la persona amada, cenar a la luz tenue que invade el comedor desde la ciudad toda y sentarse en patas a escribir con la panza llena y el corazón contento, repasando la eternidad que ha durado el día, los acontecimientos, las ternuras y las tempestades, los sabores y las velocidades, la música en mis oídos y el placer que siempre me recorre al poder recoger las palabras testigo, como memoria, como cuento, como fábula, como invento.
Soy feliz en este instante y no importa nada más.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Antes, durante y después

En algún momento sucedió que dejé de enroscarme tanto. quizá a fuerza de gastar cuerinas con el culo, de ser persistente, de no dejarme convencer a mí misma por mis propias supuestas "certezas"... quizá, pero no estoy demasiado segura. Y la verdad no me importa. Lo que sí importa es que dejé de torturarme con la cámara oculta hacia mi interior. Y la verdad es que ando mucho más ligera por la vida.
Esto no significa que haya perdido mi acidéz, ni mi carácter, ni mucho menos mi nivel de exigencia para algunas cosas... ya sabemos, un@ no deja jamás de ser quien es. Pero me encuentro un tanto más tolerante y bastante menos asustada.
Ya no cualquier rostro me remite a otros rostros. Ya no me resulta tan fácil hacer borrón y cuenta nueva, ni cargarle a otros mis propias imposibilidades. Pero tampoco arrastro la culpa, como un lastre.
Yo sabía, siempre supe, que llegaría un día en que me sentiría bien. Bien con la vida, conmigo, con lo que tengo y lo que no es mío. Sabía que tardaría, y a veces sufría pensando en cuánto, pero ya tampoco importa eso, porque lo que entonces no sabía era todo lo que aprendería en el tránsito. Todo el amor, todas las aventuras, todas las risas, todos los regalos que iría recolectando. Así que ahora, que siento que por fin el tiempo está llegando, me dispongo a disfrutar y reflejar, mientras sigo sumando, mientras sigo cantando, cocinando y amando como si fuese la primera vez, pero sabiendo que en cada acto va una mujer mucho mejor que la que fue ayer.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Rastrillando

Mi nueva cocina es tan blanca que aún me cuesta acostumbrar la vista por las mañanas y para enfatizar el asunto, estrenamos heladera, blanca también, para variar. Así que pusimos unas hermosas lámparas de techo de color naranja para darle un poco de color y calidez a la cosa, lo cual logramos conjuntamente con mis infaltables plantitas que con sus verdes, casi completan la combinación perfecta. Ahora sólo falta el toque de violeta a los marcos y listo!...toda la luz y el sol que entren desde la puerta ventana que da acceso hacia el balcón y la ventanita a su lado, completarán el alma del hogar... Y después... a pelar, a picar y condimentar. A rallar y mezclar, a cocinar al vapor y a rebanar. Después a convidar y a compartir. En fin, como siempre, después, una vez más a cosechar y a sembrar...
Por una primavera repleta de aromas intensos y nuevos... Salud!

viernes, 10 de septiembre de 2010

Retomando el contacto

Durante este perído de páginas en blanco sucedieron muchas cosas. Estuve de vacaciones, me mudé de casa... Ahora veo la ciudad desde el piso 14, y por contraste, desde allí, los que se lucen son los atardeceres.
Aún nos estamos acomodando. Muebles, palabras, silencios y colores, pero como todos mis espacios, está lleno de luz, de aire, de puertas y ventanas por las que circular y yo, que sigo aún teniéndole un poco de miedo a los cambios, veo que he podido, una vez más, luchar por lo que deseo y no entregarme y no rendirme ante el miedo y apostar a compartir mi reino porque por una vez creo que realmente es lo que quiero.
Ayer volví a ver mi Blog y descubrí algunas cosas nuevas. Claro... aún no tengo servicio en casa..., estoy desesperadamente desconectada..., pero en breve y de a poco volverá el des-orden habitual. Quédense por aquí, ya les cocinaré algo rico para festejar.