Me gustaría poder hacer un relato de estos días en que no estuve, en que me fui a descansar, a pintar, a jugar, a amar.
Aunque hoy no tengo demasiadas palabras. Y no es que no haya sucedido todo aquello, por el contrario; lo pasé muy bien. Diría que me sentí casi en el cielo.
Pero tal vez para mí no haya demasiada diferencia entre el cielo y la tierra.
Tal vez Yo siga siendo Yo acá, en el bosque y en la arena.
Y tal vez no debería sorprenderme de este aterrizaje forzoso (uno más),
Pero, a fin de cuentas... ¿quien me quita lo volado?
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