domingo, 28 de febrero de 2010

Bosquejo sobre ciegos

De malas costumbres y malas maneras, de malas caras y malas muertes. De todo eso parece que estuviera hecho el triste pedazo de tierra donde se disputan unos pocos llegar primeros al infeliz e inevitable momento de su muerte. Hay tan pocos ocupados de que no se ahoguen las flores!.
Pero parece que se viene un cambio, eh!... no son pocos los que andan removiendo la tierrita. Y semillita a semillita...
Parece que l@s esperanzad@s no estamos sol@s... Estamos por todos lados diseminados, resurgiendo, igual que las plantitas. Lo que ocurre, me contaron, es que (al igual que ellas) cada uno necesitamos nuestro propio tiempo y es difícil divisarnos entre la multitud, escucharnos con tanto ruido. Pero como ya se sabe, todo lo que vive, a la larga crece: es la ley de la naturaleza. Así que ahora cuando los veo peleando por ese triste pedazo de tierra, pienso:... pobres!, no se están dando cuenta...

sábado, 27 de febrero de 2010

La muerte de una Palabra



Un círculo infinito...una espiral...siempre girando, siempre moviéndose, inalcanzable, inubicable, indescriptible, inasible, fugaz, luminoso, angosto y profundo, asfixiante y peligroso.
Un círculo vicioso, perfecto, remoto.

Un círculo girando como un rock desenfrenado, un círculo enemarcado, prolijo, despojado.

Una espiral de fuego subiendo hacia los cielos.

Un mar de llanto.

jueves, 25 de febrero de 2010

Dios y el Diablo


Nada que me preocupe menos que ayer. Nada que me aliente más que mañana. Nada como hoy, que a cada segundo se va trasformando entre mis manos como una masa blanda y generosa, lista para ser horneada.

Yo sigo creyendo que no entiendo nada, que de nada me doy cuenta y que el tiempo pasa mientras me ocupo de cosas como ésta. De cosas que parece que no tuvieran importancia. Del cielo y las recetas, de cosas... de cosas pequeñas, llenas de detalles y de palabras bellas. De atesorar palitos y semillas, de leerme cuentos en voz alta aunque nadie lo sepa.

Yo voy apaciguando el espíritu y necesitando cada vez menos apuro por tender la mesa. Me hago menos preguntas y llegan más respuestas. Y me gusta.
Siempre me ha gustado observar la metamorfosis de todo lo que me rodea. Ahora la veo en mí y me parece la prueba más feaciente de que los milagros no existen.

Sólo existe la "Fe", que, pobre palabra, tuvo la pésima suerte de caer en manos de la iglesia que se ocupó cual pajarito carpintero de asociarla a la dependencia, y encima hizo que a nosotros nos dejara con la autoestima en 0. Pero para quien haya sabido reconocer el engaño , sabrá muy bien de lo que estoy hablando.

La Libertad, la Fe en uno mismo, la Esperanza en el mañana, las cosas simples no son fáciles de conseguir. Se sufre, se tarda, se duda, se pierde. Hay que elegir. Hay que definir... no se puede estar bien con Dios y con el Diablo...
Pero uno siempre sabe de qué lado quiere estar.

domingo, 21 de febrero de 2010

Penumbras

La constante penumbra de estas noches me desconcierta un poco. Como todo lo que permanece indefinido.

Me manejo bien a la luz del día y no le temo a la oscuridad, pero esto de sentirme al borde de un "ensayo sobre la ceguera" me hace sentir un tanto inquieta.

Podría hablar de las otras cosas, de las que han pasado, de las que pasan, de las que me dan bronca e impotencia; como por ejemplo que durante estos días tuve que tirar kilos de comida de la heladera, que tengo que subir y bajar 5 pisos por la escalera una y otra vez, de que en mi trabajo cada vez que llueve sale agua por las bocas de luz y a ningún jefe se le ocurre hacer que nos vayamos a nuestras casas...

Pero sobre esas cosas supongo que estarán cansados de leer y escuchar hablar. Así que prefiero compartir esta loca sensación que vengo teniendo de sentirme espiando las calles de Saramago, con un sutil desasociego, como si en cualquier momento fuera a tocarme ser parte del relato. Porque el agua nos está arrastrando, porque somos impotentes, porque tenemos miedo y hambre.

Porque lo inimaginable y lo absurdo es mucho más terrible cuando se proyecta en penumbras.

Y porque siempre hay alguien que puede ver.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Pecados Capitales

No esta mal morirse de una santa y divina vez. Matar del todo lo medio muerto, dejar que el cuerpo mute y la mente drene lo que tiene de vejez.

Lo que está mal es seguir andando vivo de mentira con un discurso que no encaja ni en una hoja cuadriculada.

Lo que está mal es seguir sucumbiendo a decir que sí cuando se quiere decir que No.

Lo que está verdaderamente mal es sentirse mal por todo el esfuerzo que conlleva hacer "como que todo está bien"

Lo que está mal es permitir que en nombre del amor se someta, se invada, se apropie.

Lo que está mal es no haber aprendido jamás el verdadero significado de la palabra "Libertad".

Lo que está mal es andar pensando todavía en qué ponerse para ir al entierro.

Lo que está mal es perder el tiempo. Y las ganas. Y el sueño.

Pero no está mal morirse. No. Está muy bien dejar la vieja piel bajo las estrellas y que crezca la nueva, una brillante, tersa, fuerte y colorida piel de serpiente más sabia y más segura para que ande por la tierra sin temor a las fieras ni a los hombres, ni a los dioses, ni a las sombras. Sin temor a vivir.

viernes, 12 de febrero de 2010

jueves, 11 de febrero de 2010

Planeando

Que maraña enmarañada me maniató a mis mañas, me ató de manos y pies, me dobló la espalda? Con qué sol me quemaron los ojos en la infancia? Con qué alfabeto me enseñaron las palabras? Dónde estaba yo todo este tiempo? Cómo hice para sostener esa estructura de ramas? De dónde saqué la fuerza?

Me parece que salto al vacío pero no; me atrapo a mí misma justo en mitad del vuelo, me monto sobre mi espalda y empino derecho hacia arriba…y planeo… planeo…

Oigo sonidos, voces desde lejos, veo los carteles iluminados, los letreros, veo sus cuerpos y veo el mío. Todos iguales… todos distintos. Se empiezan a mezclar los ruidos. Se escuchan los latidos, las bocinas, y el profundo suspirar de la tierra que de un solo barrido penetra en todas mis grietas.

A semejante distancia es imposible distinguir con exactitud las formas y el contenido, pero voy confiada, hay aún todo un horizonte que me espera y hacia el que me muevo ligera y tranquila, descubriendo, mirando, sintiendo, planeando libre hacia donde mi cuerpo quiera.

martes, 9 de febrero de 2010

Ejercicio

Lo intentás, lo intentás, lo intentás, una y otra, y otra vez. Te sentás y escribís y borrás y empezás de nuevo. Porque basta de tener las palabras clasificadas, separadas por tandas, por temas, por días, guardadas, censuradas, apretadas. Porque basta de repetir siempre el rosario de bienaventuranzas y prejuicios y puntuaciones aplicadas.
Te hartás de ser prolija, de no decir nada, de echarle la culpa al tiempo, al desencuentro, a la paja en el ojo ajeno, te hartás de tanta paja. Entonces tomás al toro por las astas y te sentás y lo volvés a intentar una vez más: sin vueltas.
Ella en blanco y vos acá para tirarte encima de ella y abarcarla toda, toda entera, sin dejarle resquicios, ni márgenes, ni una sola ladera por la que se pueda escapar ninguno de tus sortilegios, para atraparla y entramparte en ella, desnudas las dos, de tal manera que no puedas escaparte ni siquiera a la vereda y quizá, tal vez esta vez, dejes de querer controlarlo todo y te dejes llevar a donde la hoja quiera.

viernes, 5 de febrero de 2010

El Crepúsculo de Ayer

Cuenta que las historias de ficción no existen. Que todo lo que es relatado es visible. Y también cuenta que… tal vez ahora mismo, en este instante, nos estén “contando” a nosotros, yendo y viniendo, durmiendo y trabajando, leyendo cuentos y cuentitos; tramando y desentramando.

Cuenta que le encanta contar, nadar entre las palabras y después echarse a la vera de la hoja y recostarse sólo a mirarlas

…yo la escucho…

Cuenta que un día vio al sol y a la luna al ras de la tierra, tan grandes y tan rojos que pensó que no soportaría tamaña emoción y entonces, guardó esa imagen muy, muy profundo para que no la perturbase en sus días. Y cuenta que el crepúsculo de hoy se la devolvió.

… yo la escucho…

miércoles, 3 de febrero de 2010

Llueve

Agua bendita. Agua de saliva y de lágrimas. Agua del Cielo. Agua dulce que al contacto con la piel se convierte en salada…Agua mágica que arrastra el lastre sin dejar marca,
solo de tanto correr sobre la cara


Siento el peso de mi larga cabellera mojada en la espalda y por un instante todo el frío del invierno me recorre por dentro, como un pequeño recordatorio. Pero no, no tengo que dudar… sigue siendo verano, al menos por un rato más.

Que tengan un día... Así

martes, 2 de febrero de 2010

Cuenta Regresiva

Cuenta regresiva de cara al mar... quién lo hubiese dicho... con la poca afinidad que yo creí que hemos tenido siempre..., pues ahí voy: otra vez al mar, otra vez al bosque. Y a estas alturas empiezo a sospechar si no habrá algún motivo por el cual deba volver allí una y otra vez, como quien ensaya una escena que nunca acaba de salir como debe, que nunca deja conforme.

Tengo un mes por delante para reorganizar "la puesta". El presupuesto, esta vez, no será problema y el tiempo, la verdad... me tiene realmente sin cuidado, con tanta tempestad acechando no voy a preocuparme por lo que escapa a mi control. Mejor me dedico a ir comprando rollos para tratar de capturar la belleza de las escenas que si logro relajarme...seguramente serán perfectas.

lunes, 1 de febrero de 2010