martes, 13 de abril de 2010

Templando

Hoy no fui a trabajar. No me sentía bien. Salí solo por la mañana para no faltar a mi sesión de terapia. Eso no se cancela. Nunca.

Y para colmo, fue un día que le hizo todos los honores al otoño, lluvia incluída, pero yo no estoy melancólolica; yo estoy tranquila. Ya cae la noche y Anita Prada me canta bajito, para que me vaya olvidando del resto de dolor de cabeza que me acompañó todo el día. Parece que su canto surte efecto, mientras afuera sigue lloviendo como acompañamiento celestial.

Yo me encuentro otra vez escuchándolo todo con aquella atenta agudeza de la infancia, desmenuzando acordes a la velocidad de la luz en mi cabeza para encontrar notas sobre las cuerdas. Una sensación olvidada... tan placentera...tan mía.
Claro que los dedos aún no responden como es debido.., están como tímidos. Les falta confianza, bueno, en una palabra: "Ejercicio".

Pero mi guitarra no tiene apuro, me esperó por tanto tiempo, que creo que por ahora es feliz sólo de sentirse afinada, acariciada otra vez.

Y mis manos... son mucho más veloces de lo que pudiera desear, así que no voy a andar llorando sobre la leche derramada y el tiempo perdido. Más bien me vivo el que vivo y desde ya, empiezo a celebrar haber recuperado también mi sentimiento por tocar mi instrumento sin tanto preámbulo y poniéndome a ensayar.

3 comentarios:

  1. Me alegra que hayas encontrado nuevamente ese sentimiento y vuelvas a tu querida guitarra. siempre es bueno estar en contacto con las cosas que un día nos hicieron bien.De a poquito creo que vas reencontrandote con tu esencia.
    Saludos, Oriana

    ResponderEliminar
  2. Despacio, sin presiones, disfrutando, escuchando ese acorde que te suena para traducirlo en tus manos... sin apuros, como quien se reencuentra con un amigo tan querido al que hace tanto que no lo ve, y una desea que ese encuentro y ese café sean largos, dulces, porque hay tanto que decirse!!, tanto que escuchar!!.... así, deseo que sea tu reencuentro con la música. Sin dudas ella te está buscando otra vez, no?

    ResponderEliminar
  3. Que bueno es el camino del reecuentro con aquello que nos convierte en SER, el sentimiento es el unico capaz de producir ese acontecimiento, aquel que fue tomado forma, a lo largo del camino de vivir cada instante de nuestras historias, creando una subjetividad unica, exclusiva y en los posible humana.
    Solo siendo es que podemos apreciar la vida y la muerte cuando venga hacer su presencia y darnos un fugaz momento de elegir- la,para dar cuenta de una sabiduría que nos dice que existe un final.

    ResponderEliminar