Andando y desandando. con los humores hirviendo y revoloteando. Porque para ellos no hay edades, hay solo estados de ánimo. Así voy por la vida, parafraseando, enojándome, procesando el enojo y volviendo a mi eje una y otra vez. Ejercitandolo todo, aprendiendo, siempre aprendiendo, aunque la mayoría de las veces no me entere hasta pasado mucho tiempo.
Mentira que feliz, verdad que siempre agradecida. A fin de cuentas,... a fin de cuentas, la vida empieza cuando se empieza a vivir la vida, como dice una cantautora amiga.
Rara instancia en la que disfruto de escribir sin tener demasiado para decir, ni sentir la obligación de decir nada, porque estos tiempos, porque este 2012 son tan arrebolados que no alcanzan las palabras; se mezcla lo personal, lo político, lo social, lo global y una ya ni sabe sobre qué escribir... así que (acá es donde casi todos escriben o dicen ese término tan sigificativo y contradictorio, que me viene a la mente y que evito a voluntad: "nada"), escribo lo que sea, lo que sale y lo que puedo...
Estoy siendo quien soy hoy. Ya vendrán las imágenes en cuanto tenga una nueva cámara...
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