jueves, 14 de abril de 2011

Alta en el cielo

Perdida en el mar de la libertad. 

Mi Ada Madrina me dejó a la orilla de mi futuro, hasta donde me acompañó, por pasión y con-pasión.

No sé si alegrarme o estremecerme. Por lo pronto, me enfermé. Pero algo me dice que todo va a estar bien. Será cuestión de acostumbrarse a no compartir el mate de los martes por la mañana. Será cuestión de hacerse cargo, como siempre.

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