Bueno...pasó el fin de semana, pasó el partido, salí bastante airosa de la situación... lo que quiere decir que no me esguincé ni le pegué con la pelota a nadie en el medio de la cara, pero nada más: confirmé que jugando volley sigo siendo tan mediocre como en el secundario.... jajajaj. Lo cierto es que había gente que jugaba de verdad y otras que no la veíamos ni cuadrada y entre unas y otras al final quedamos bastante bien paradas.
Y como siempre sucede en estos casos lo mejor sucedió después, cuando arrancamos para reponer energías y parlotear un rato... todo muy rico y una gente muy copada.
La verdad... un placer y una alegría haber dejado por un rato las pantuflas en casa. Y ahora que le tomé el gusto, prometo aprovechar el duro entrenamiento al que vengo sometiéndome...quizá con la práctica mejore un poco y si no, me seguiré divirtiendo.
bueno... los que estamos de este lado nos alegramos!! y si saliste ilesa mejor... Vale la pena largar un rato las pantuflas, la compu, lo virtual y preparar el cuerpo y el alma para algo más real. Jugar puede resultar una excusa (hasta divertida!!) para lo que usted bien define como "el después"... el distenderse, el tomarse algo fresco juntos, el parlotear y el volverse a casa con esa sensación de haber al menos empezado a hociquear el afuera. Acuérdese de gritar fuerte : MIIIIAAAAAAAAAAA, cuando sienta que "esa" pelota es suya.
ResponderEliminarjajajaja!!!.... Muy bueno su consejo!, se lo agradezco!, lo voy a tener presente.
ResponderEliminarGracias por pasar.
Un abrazo!